El exjefe de Estado de Perú, Alejandro Toledo, finalmente se entregó a las autoridades peruanas tras permanecer seis años en Estados Unidos, evadiendo la justicia de su país.
En 2017, al exmandatario se le dictó una prisión preventiva en el marco del juicio por el presunto cobro de sobornos a cambio de favorecer a la constructora brasileña Odebrecht en la concesión de las obras de construcción de la Carretera Interoceánica, que conecta la costa atlántica brasileña con el Pacífico peruano.
La Fiscalía peruana lo acusa por los cargos de lavado de activos y colusión, delitos por los que la Fiscalía le pide una pena de cárcel de más de dos décadas.
El proceso judicial contra Alejandro Toledo, de 77 años, continuará en los próximos meses, tiempo en el que se sabrá finalmente si queda absuelto de los delitos que se le imputan o será condenado a prisión.
Esta no es la primera vez que un mandatario peruano termina tras las rejas, hoy en día Alberto Fujimori y Pedro Castillo se encuentran en el penal Barbadillo, al cual Toledo recientemente también ingresó.
Tras estar siete años prófugo de la justicia, Alejandro Toledo se convirtió en el tercer expresidente peruano en la historia en terminar en prisión, lugar en el que estaría recluido más 20 años por pedido de la Fiscalía.
Aarón Rodríguez, Lima
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