Asimismo, ha puesto de relieve que “Netanyahu era y sigue siendo un obstáculo real a cualquier acuerdo de intercambio” de cautivos que se encuentran en Gaza.
En cuanto a los intentos de Netanyahu de excluir a las figuras influyentes del aparato de seguridad de Israel de las negociaciones de tregua, ha explicado que dichos esfuerzos reflejan sus crisis internas y el creciente déficit de confianza entre él y el establecimiento de seguridad, así como su falta de seriedad a la hora de lograr un verdadero acuerdo”.
Ha destacado que las declaraciones del jefe del Shin Bet confirman que “Netanyahu buscó diseñar unas negociaciones para lograr una parálisis y ganar tiempo, sin lograr resultados tangibles”.
De igual manera, el primer ministro israelí ha pedido a EE.UU. que “deje de culpar a HAMAS por socavar los acuerdos” y que “apunte con el dedo a Netanyahu, que es directamente responsable del continuado sufrimiento de los prisioneros y sus familias” en referencia a los retenidos israelíes.
La Resistencia palestina ha responsabilizado a “criminal Netanyahu” y su gabinete extremista de prolongar el sufrimiento de sus prisioneros y sus familias, dejando claro que la única forma de liberar a los prisioneros es parar la agresión, volver a las negociaciones y volver a la aplicación del acuerdo, libre de maniobras políticas fallidas”.
En la misma jornada, el gabinete israelí ha aprobado la destitución del jefe de Shin Bet; una medida criticada por muchos israelíes.
En reacción a la medida de Netanyahu, Bar, en un comunicado, ha recalcado que el primer ministro israelí está detrás de los graves problemas del régimen, destacando que las acusaciones hechas contra él son “totalmente infundadas y son solo una cubierta para otros motivos”.
Según la nota, Bar ha reconocido que HAMAS “aún no ha sido derrotado”, en un momento en que la entidad sionista ha declarado como uno de sus principales objetivos la destrucción del movimiento.
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