El régimen israelí intensifica sus operaciones en Gaza tras la ruptura unilateral del alto el fuego en la madrugada del 18 de marzo. La cifra de víctimas fatales por los indiscriminados ataques de las fuerzas de ocupación ya rondan las 50 000 muertes confirmadas. La agencia de las naciones unidas para los refugiados palestinos, UNRWA, describe la situación como desesperada.
La intensificación de los ataques israelíes acontece en un contexto de severa escasez de suministros por el bloqueo a la entrada de ayuda humanitaria desde principios de marzo. Ante este escenario, un representante de China ante el Consejo de Seguridad de la ONU, ha instado al régimen de Tel Aviv a detener de inmediato su ofensiva contra Gaza.
Mientras muchos gobiernos mantienen un silencio cómplice con el genocidio en Gaza, la ola de rechazo popular a las barbaries del régimen israelí alcanza todas las latitudes. En Dhaka, la capital de Bangladés, miles de fieles musulmanes han exigido el cese de los criminales ataques contra el pueblo palestino.
Con las órdenes dictadas este viernes al ejército de ocupación de expandir las llamadas zonas de seguridad y desplegar tropas en nuevos puntos del enclave, el régimen israelí, desoye los llamados de respetar el contenido del acuerdo de alto el fuego que entró en vigor el 19 de enero. El Movimiento de Resistencia Islámica Palestina HAMAS, insiste en ceñirse a los términos iniciales de la tregua, que incluye la retirada total de las fuerzas israelíes de Gaza y un alto el fuego definitivo, a cambio de la liberación de los cautivos israelíes que aún permanecen en la Franja.
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