El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, alegó el martes, que los palestinos “adorarían” salir de Gaza si tuvieran la oportunidad. Así repitió su controversial idea de desplazar al pueblo palestino de Gaza, y reubicarlo en otros territorios, despertando el gran rechazo en la escena internacional.
Siguiendo la iniciativa racista del mandatario estadounidense, el ministro de asuntos militares del régimen, Israel Katz, declaró que ha ordenado al ejército israelí que prepare un plan de emigración para los palestinos a cualquier país que esté dispuesto a acogerlos.
También Trump anunció que podría enviar tropas a la Franja como parte de su declarado objetivo de “apoderarse” del enclave. Además, surgió la posibilidad de que Washington adopte una “posición de propiedad a largo plazo” sobre Gaza.
Los palestinos piden a los países árabes que tomen medidas adecuadas ante estos planes ambiciosos de Trump.
Los expertos y analistas denuncian que Estados Unidos e Israel consideran a Gaza como un proyecto inmobiliario. Ante tal coyuntura, la ONU advirtió a Trump de que el Derecho Internacional prohíbe cualquier tipo de desplazamiento forzoso, dentro de una ola de críticas secundada también por los aliados europeos de Washington y los países musulmanes.
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