• Amos Yadlin, un exjefe de inteligencia militar israelí.
Publicada: viernes, 20 de abril de 2018 6:33

Un exjefe de inteligencia militar israelí reveló el jueves que Israel está considerando intentar volar los sistemas de misiles antiaéreos S-300 si Rusia cumple su promesa de entregarlos a Siria, algo que el régimen considera como una gran amenaza en su contra.

En reacción al ataque de la semana pasada de EE.UU. y sus aliados contra Siria, Rusia advirtió que habría consecuencias y el Kremlin indicó que podría retomar el suministro de sistemas de defensa antiaérea de última generación S-300 a su aliado sirio.

Las alarmas han saltado en Tel Aviv ante esta noticia, sobre todo porque Israel ha llevado a cabo ataques aéreos en territorio sirio con mucha más frecuencia que Estados Unidos contra las posiciones del Gobierno sirio.

Los analistas israelíes y los exfuncionarios militares advierten que si los sistemas de misiles tierra-aire S-300 rusos son entregados a Siria solo habrá una respuesta posible: un intento inmediato de volarlos.

Amos Yadlin, un exjefe de inteligencia militar israelí citado por la agencia estadounidense Bloomberg, asegura que el despliegue de los S-300 en Siria ha sido una preocupación por más de dos décadas y “al final del día, sucederá”.

“Si conozco bien a la fuerza aérea, ya hemos hecho planes adecuados para enfrentar esta amenaza. Después de eliminar la amenaza, que es básicamente lo que se hará, volveremos al punto de partida”, declara Yadlin.

Si conozco bien a la fuerza aérea, ya hemos hecho planes adecuados para enfrentar esta amenaza. Después de eliminar la amenaza, que es básicamente lo que se hará, volvemos al punto de partida”, declara Amos Yadlin, un exjefe de inteligencia militar israelí.

 

El presidente ruso, Vladimir Putin, se vio obligado a congelar la entrega de los S-300 a Siria por la presión occidental, pero el mandatario dijo en aquel entonces que si EE.UU. atacaba, Moscú “pensaría cómo debería actuar en el futuro”.

Ese momento llegó con los ataques de Estados Unidos, el Reino Unido y Francia a Siria que ni siquiera obtuvieron el permiso del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU). Justificaron su ofensiva en el presunto ataque químico en la ciudad siria de Duma, en la región de Guta Oriental, del que culparon sin pruebas a Damasco.

El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi  Lavrov, recalcó tras el ataque que el plan de suministro de los S-300 podría revivirse porque Moscú considera que debe hacer “lo que sea necesario para ayudar al Ejército sirio a disuadir la agresión”.

Israel ha llevado a cabo al menos 150 bombardeos en Siria desde que comenzó el conflicto armado en 2011, según Zvi Magen, un exembajador israelí en Moscú.

Los S-300 pueden disparar misiles a seis objetivos simultáneamente, y tienen un alcance de 200 kilómetros, lo que significa que se extendería al espacio aéreo de El Líbano –a veces utilizado por aviones israelíes para atacar a Siria– e incluso a Israel mismo.

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