Estas maniobras, que cuentan con la participación de la mayoría de los países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), han iniciado este lunes y terminarán el 22 de julio.
Tres buques de guerra, tres submarinos, fragatas y corbetas de distintos Estados participantes junto a decenas de buques y lanchas de Ucrania, país que alberga los ejercicios, se han dirigido al puerto ucraniano de Odesa (suroeste), según recogen medios rusos.
La corbeta rumana Contraamiral Horia Macellariu, la fragata F241 Turgutreis y el buque de asalto anfibio NL 214, ambos de la Armada de Turquía, además de un submarino de este último país, llegaron el domingo a Odesa.
Y, este lunes, dos buques estadounidenses de guerra — el destructor de misiles Carney (DDG-64) y el crucero de misiles guiados USS Hue City (CG 66)— han entrado al puerto ucraniano a través del estrecho de Bósforo. Un total de 800 tripulantes y efectivos de la Infantería de Marina de Estados Unidos se encuentran a bordo.
El aeropuerto de la ciudad portuaria de Odesa también ha recibido a dos aviones de transporte militares de la Alianza Atlántica que se integrarán a las maniobras navales; un C-130J Hércules estadounidense, que trajo a un grupo de buzos, y un húngaro C-17A Globemaster, que transportó a decenas de efectivos de otras especialidades y algún equipo para los ejercicios.
Un avión de la Marina estadounidense, un Boeing P-8 Poseidon, también participará en un simulacro antisubmarino.
El Servicio Estatal Fronterizo de Ucrania ha afirmado por su parte que los ejercicios tendrán lugar en un extenso tramo de las costas ucranianas desde el puerto fluvial de Ismaíl (Danubio) hasta el puerto de Ochákov (mar Negro).
Sea Breeze, que se realiza de forma anual desde 1997, era inicialmente un evento ucraniano-estadounidense. Este año 17 países miembros de la OTAN participan en estos ejercicios cerca de las fronteras rusas; Bélgica, Bulgaria, Canadá, Estados Unidos, Francia, Georgia, Grecia, Italia, Lituania, Moldavia, Noruega, Polonia, Portugal, el Reino Unido, Suecia, Turquía y Ucrania.
El aumento de la presencia militar de la OTAN y de EE.UU. cerca de las fronteras de Rusia se produjo como resultado de la escalada de tensiones con Moscú a partir de la anexión de Crimea en 2014 y de la crisis de Ucrania.
Rusia ha denunciado, por su parte, el refuerzo de las tropas de la OTAN cerca de sus fronteras occidentales, tachándolo de una "amenaza" para su seguridad nacional y un factor desestabilizador en la región.
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