La tortura en México aumentó en 600 % en la última década, según datos de Amnistía Internacional (AI). Las Naciones Unidas aseguran que en México la tortura es tan grave al grado de que es una práctica generalizada para obtener la confesión forzada de un crimen. El Senado de República se puso a trabajar en el tema. Elaboraron una nueva Ley General para disminuir la tortura en investigaciones policiacas que de inmediato provocó críticas.
Los senadores aprobaron que no serán válidas las declaraciones obtenidas bajo tortura, abuso, trato cruel e inhumano; además se encarcelará a policías que comentan abuso de poder sin justificación. Según senadores de oposición esta ley, quedará solo en el papel, si no se refuerza la forma de investigar de las policías mexicanas.
Amnistía Internacional, reitera que la tortura en México tiene que ser atacada a fondo. Empezar por reconocer que existe. La nueva Ley General, indica que la tortura se investigará y perseguirá de oficio y por supuesto, por denuncia, o constancia de alguna autoridad judicial.
Los senadores insisten que hay mucho por hacer, más allá de la aprobación de esta ley. Durante la discusión en el pleno, legisladores mostraron números sobre la gravedad del problema: sólo en este año, se registraron 4.400 denuncias por tortura ante Ministerio Público.
Arturo Calvillo, Ciudad de México.
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