No sabemos todavía lo que les ha sucedido. Es una búsqueda muy detallada para encontrar a los compañeros”, sostuvo una fuente policial mexicana.
“No sabemos todavía lo que les ha sucedido. Es una búsqueda muy detallada para encontrar a los compañeros”, sostuvo una de las fuentes bajo condición de anonimato.
De acuerdo a fuentes fidedignas, los soldados podrían estar en manos de narcotraficantes pero, según testigos, los uniformados quizás estén escondidos, inconscientes o muertos en algún punto de la espesa vegetación que cubre los pueblos de Casimiro Castillo y Villa Purificación, donde se vio forzado a aterrizar el aparato por disparos de un comando.
Además de los desaparecidos, tres militares murieron y otros diez resultaron heridos cuando un grupo armado abrió fuego contra el helicóptero del Ejército en que viajaban rumbo a un punto afectado por la violencia. El avión fue destruido.
El ataque se produjo durante una jornada de violencia que afectó 25 municipios de Jalisco, desatada por un operativo contra el Cartel Nueva Generación, consideraron las autoridades.
Por su parte, el jefe de Estado mexicano, Enrique Peña Nieto, lamentó a través de su cuenta de Twitter y reconoció el valor y entrega de las Fuerzas Federales, a favor de la seguridad de los mexicanos.
Asimismo, el director de la Comisión Nacional de Seguridad de México, Monte Alejandro Rubido, atribuyó los hechos violentos del Jaliscoa respuestas a una operación para detener a un cabecilla del narcotráfico, identificado como Nemesio Oseguera, alias El Mencho.
El gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval Díaz, actualizó las cifras por la violencia registrada en el estado por el crimen organizado, y reportó como saldo siete muertos (entre ellos cuatro soldados), 19 detenidos, 19 heridos (tres civiles), 39 bloqueos, 36 vehículos incendiados, cinco gasolineras quemadas, 11 bancos afectados.
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