El grupo Asaib Ahl al-Haq, que forma parte de las Unidades de Movilización Popular (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), emitió el viernes un comunicado en reacción al reciente ataque de Turquía a una localidad turística en la provincia de Dohuk, en la región semiautónoma del Kurdistán iraquí, que dejó un saldo de ocho civiles muertos, incluido un niño, y otros 23 heridos.
Las fuerzas populares denuncian que las continuas agresiones y violaciones de la soberanía de Irak por parte de Turquía, así como la ocupación de tierras y la creación de bases militares, están en contra del principio de buena vecindad y los derechos internacionales.
Ante tal coyuntura, reza la nota, resulta imprescindible que el Gobierno, el Parlamento, los grupos políticos y el pueblo de Irak tomen una posición unificada para responder a Ankara.
Si el Gobierno no hace nada, fuerzas populares y el pueblo responderán
El movimiento iraquí hizo hincapié en que, en particular, el Parlamento debe tomar cuatro decisiones para responder a la ofensiva turca: primero, expulsión de todas las fuerzas turcas, poniendo fin a la existencia de cualquier base militar o cuartel en Irak.
Segundo, adherirse a la implementación de la Constitución, que no permite el uso del territorio iraquí para invadir países vecinos. Tercero, no limitarse en presentar una denuncia ante las Naciones Unidas, sino solicitar la celebración de una reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) para obligar a Turquía a abandonar Irak y pagar indemnizaciones por las violaciones cometidas y el derramamiento de sangre del pueblo iraquí.
La cuarta medida propuesta es tomar decisiones políticas y económicas que requieran que Turquía respete la soberanía de Irak y el derecho al agua del país.
Asaib Ahl al-Haq cierra el texto puntualizando que, si el Parlamento no toma dichas decisiones, este movimiento junto con el pueblo iraquí harán frente a la ocupación de Turquía y sus ofensivas.
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