Al Sudani abordó el viernes en Bagdad el futuro de Siria tras el derrocamiento el 8 de diciembre del gobierno de Bashar al-Asad, y aseguró que Bagdad no permitirá agresiones de “cualquiera parte” contra el país levantino, advirtiendo que este tipo de acciones suponen “una amenaza a la seguridad y la estabilidad en la región”.
Según un comunicado de su oficina, Al-Sudani se reunió con el secretario de Estado estadounidense, Anthony Blinken, en Bagdad, donde abordaron las relaciones bilaterales entre los dos países y las formas de mejorar la cooperación conjunta.
También hablaron sobre la evolución de la situación en la región, los recientes acontecimientos en Siria y los esfuerzos regionales e internacionales necesarios para mejorar la seguridad en Siria y estabilizar toda la región.
Al-Sudani reiteró la posición de Irak de “apoyar a Siria y la importancia de que los países amigos ayuden a los sirios a reconstruir su Estado y afrontar los desafíos que puedan afectar la paz civil allí” y consideró necesario “representar a todos los componentes del pueblo sirio en la administración del país para garantizar el fortalecimiento de su estabilidad”.
Por su parte, Blinken destacó el acuerdo de Estados Unidos con la parte iraquí sobre “la necesidad de respetar las elecciones del pueblo sirio y trabajar para formar un gobierno integral que refleje la voluntad del pueblo sirio y la diversidad de sus componentes”.
Blinken apuntó al “papel fundamental” de Irak como “socio clave” en la región, y la importancia de “consultar con él sobre los acontecimientos actuales que tienen lugar en la región”.
El viernes, el jefe de las Unidades de Movilización Popular de Irak, también conocidas como Al-Hashad Al-Shabi, Faleh al-Fayad, subrayó la disposición de su país a hacer frente a cualquier complot hostil tras la caída del gobierno del presidente sirio Bashar al-Asad.
Asimismo, ha alertado de que Israel trata de convertir a Siria en un cuasi-Estado. “Deseamos a la querida Siria que el barco de la estabilidad y la unidad atraque allí”, dijo.
El Gobierno de Al-Asad, colapsó la madrugada del domingo después de que grupos armados liderados por Hayat Tahrir al-Sham (HTS) tomaran la capital, Damasco, tras un ataque a gran escala iniciado el 27 de noviembre en el norte de Siria.
Con la caída del Gobierno, el ejército israelí tomó el control de la zona de amortiguamiento en los altos del Golán ocupados, poco después de que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunciara la ruptura de un acuerdo de retirada supervisado por la ONU con Damasco.
Además, el ejército israelí lanzó cientos de ataques aéreos contra bases militares, estaciones de defensa aérea, sedes de inteligencia y depósitos de armas en diversas partes de Siria.
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