En un discurso ofrecido en la provincia sureña de Al-Muthanna, Al-Ameri ha puesto énfasis este viernes en que mientras continúe la presencia de las tropas extranjeras en el suelo iraquí, no habrá seguridad ni desarrollo en el país árabe.
“Nuestra responsabilidad nacional actual es expulsar a las tropas extranjeras de Irak. La presencia de Estados Unidos no es legal y nuestra responsabilidad histórica es expulsar a los ocupantes y el Gobierno debe hacerla cumplir”, ha recalcado.
De igual modo, ha rechazado cualquier solicitud sobre la disolución de las Unidades de Movilización Popular (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe) —que forman parte de las Fuerzas Armadas de Irak—.
Conforme ha puntualizado Al-Amari, Al-Hashad Al-Shabi desempeña un rol importante para salvaguardar la dignidad de Irak.
Sus declaraciones se producen después de que la madrugada del pasado lunes, los cazas estadounidenses atacaran una zona de Al-Bukamal en Deir Ezzor (este de Siria), fronteriza con Irak, dejando un niño muerto. Además, las fuentes iraquíes reportan que cuatro combatientes de las Unidades de Movilización Popular de Irak perdieron la vida en la redada.
El Departamento estadounidense de Defensa (el Pentágono) alegó que los bombardeos fueron en respuesta a los ataques de las fuerzas populares contra las bases y tropas estadounidenses en el suelo iraquí, donde el pueblo, harto de esa presencia ilegal, exige la retirada de las fuerzas foráneas.
El asalto causó la ira del pueblo iraquí, que, furioso por la nueva violación de EE.UU. contra su país, expresó una vez más su protesta contra la presencia de las tropas norteamericanas.
Además, el líder del grupo Asaib Ahl al-Haq, Qais al-Jazali, rechazó el martes las acusaciones que lanza Washington para justificar sus ataques y aseveró que las fuerzas populares de Irak están plenamente preparadas para responder ojo por ojo a los ataques de EE.UU. contra sus posiciones.
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