Los veintiocho miembros de la UE, según informó el domingo la alta representante para la política exterior de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini, apuestan por mantener a buen nivel las relaciones bilaterales con el nuevo Gobierno de Estados Unidos, encabezado por el electo presidente Donald Trump.
"Los Veintiocho han confiado en tener una relación muy fuerte con la próxima Administración estadounidense del presidente electo (Trump) (…) también se han mostrado de acuerdo en la necesidad de reforzar las políticas y acciones europeas de forma independiente en base a sus intereses y posiciones", dijo.
Los Veintiocho han confiado en tener una relación muy fuerte con la próxima Administración estadounidense del presidente electo (Trump) (…) también se han mostrado de acuerdo en la necesidad de reforzar las políticas y acciones europeas de forma independiente en base a sus intereses y posiciones", dijo la alta representante para la política exterior de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini.
Además, Mogherini reiteró que la Unión Europea considera a Estados Unidos como un socio clave e indispensable y hará todo lo que esté en su poder para asegurarse de que las relaciones sean más cercanas y mejores, por lo que la UE ha decidido implicarse con la Administración de Trump desde las primeras semanas de la transición.
Por ello anunció que tiene pensado visitar Washington y reunirse con Trump “muy pronto” y aseguró que invitará al futuro secretario de Estado de EE.UU. a uno de los próximos Consejos de Asuntos Exteriores de la Unión Europea.
Además abordó el caso del acuerdo nuclear iraní y su futuro tras la llegada de Trump a la Casa Blanca y volvió a recordar que dicho pacto “no es un acuerdo bilateral” sino “multilateral” y que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) tiene el deber de garantizar su cumplimiento "durante toda la duración del acuerdo, que son 10 años".
Con la elección de Trump como nuevo presidente de EE.UU., el futuro de la implementación del Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, en inglés) podría quedar en el aire, pues el candidato republicano calificó el acuerdo durante su campaña electoral de “desastre”, lo tachó del “peor acuerdo jamás negociado” e incluso llegó a asegurar que lo “rompería”.
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