El ministro de Comercio Exterior y Desarrollo de Finlandia, Kai Mykkänen, ha declarado este sábado que, con la llegada del candidato presidencial republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, se incrementa la esperanza de una resolución de los conflictos existentes en Siria y Ucrania.
Mykkänen explica que esta expectativa en gran medida será posible por los esfuerzos conjuntos de Rusia y EE.UU. para poner fin a estos conflictos, según cita la cadena de televisión pública finlandesa Yle.
Esperamos que esto [la victoria de Trump] ayudará a encontrar una solución en Siria, por ejemplo, o, puede ser, en Ucrania también”, ha asegurado el ministro de Comercio Exterior y Desarrollo de Finlandia, Kai Mykkänen.
“Esperamos que esto ayudará a encontrar una solución en Siria, por ejemplo, o, puede ser, en Ucrania también”, ha asegurado Mykkänen en referencia a la victoria presidencial de Trump.
En este sentido, el ministro agrega que siempre cambia algo cuando llega una persona nueva a dirigir un Gobierno.
Al mismo tiempo, el político finlandés ha reconocido que las relaciones ruso-estadounidenses no cambiarán notablemente, porque, a su juicio, en EE.UU. hay muchos funcionarios públicos que no han dejado a un lado ciertos principios adquiridos hace 70 años, desde el inicio de la Guerra Fría.
Estas afirmaciones tienen relación con lo dicho por Trump durante su campaña electoral, donde mostró su disposición a mejorar las relaciones entre Washington y Moscú en caso de ser elegido presidente de EE.UU.
En la campaña electoral republicana, Trump elogió al presidente ruso, Vladimir Putin, considerándolo mejor líder que su homólogo estadounidense, Barack Obama. Por este motivo, el dignatario ruso no dudó en asegurar al recién ganador de los comicios norteamericanos que relanzarían el diálogo entre ambas naciones, pues beneficia a las dos partes.
Desde el agravamiento de la crisis en Ucrania y la presencia militar rusa en Siria, las relaciones entre Moscú y Washington se han ido oscureciendo. Tras la decisión unilateral de EE.UU. de suspender sus diálogos con Rusia sobre la crisis en Siria, Moscú anunció un aumento de su presencia militar en el país árabe: medida que provocó la ira de las autoridades estadounidenses.
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