La organización humanitaria considera que dos ataques mortales, realizados el 25 de septiembre y el 1 de noviembre últimos, contra la ciudad libanés de Yunin, en el este del país mediterráneo, deben investigarse como crímenes de guerra cometidos por el régimen de Israel.
HRW afirma que al menos dos ataques israelíes ilegales contra Yunin, en el valle de Bekaa, que acabaron con la vida de más de 30 civiles, fueron aparentes ataques indiscriminados contra civiles.
Un alto el fuego alcanzado el 27 de noviembre de 2024 buscaba poner fin a la agresión israelí contra el Líbano, que vio al régimen sionista matar a más de 4 000 libaneses, la mayoría de ellos durante los dos meses de agresión total que estallaron en septiembre.
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— HispanTV (@Nexo_Latino) April 23, 2025
“En al menos uno de los ataques se utilizó una bomba lanzada desde el aire equipada con un kit de guía de munición de ataque directo conjunto (JDAM) fabricado en Estados Unidos. Los ataques deben ser investigados como crímenes de guerra”, indicó HRW.
El 25 de septiembre, “un ataque asesinó a una familia de 23 personas, todos sirios, incluidos 13 niños”, confirna HRW, agregando que el otro ataque lanzado el 1 de noviembre, contra una casa de dos plantas “asesinó a 10 personas, incluidos dos niños, uno de ellos de un año”.
HRW resaltó que “no encontró ninguna evidencia de actividad militar ni objetivos en ninguno de los sitios” y que el ejército del régimen israelí no emitió advertencias de evacuación antes de los ataques.
El organismo de protección de los derechos humanos afirmó que se había puesto en contacto con el ejército israelí para comunicarle sus hallazgos, pero que no había recibido respuesta.
Ramzi Kaiss, de HRW, dijo en la declaración que “cada vez surgen más pruebas de que las fuerzas israelíes fracasaron repetidamente en proteger a los civiles o distinguir adecuadamente a los civiles de los objetivos durante sus ataques en todo el Líbano”.
Instó al gobierno libanés a otorgar a la Corte Penal Internacional jurisdicción para investigar y procesar crímenes y brindar una vía de justicia para las familias en duelo.
“El suministro de armas por parte de Washington a Israel ha convertido a Estados Unidos en cómplice de su uso ilegal”, recalcó HRW.
Grandes zonas del sur y el este del Líbano y partes de los suburbios del sur de Beirut resultaron gravemente dañadas por los bombardeos del régimen israelí durante su agresión al Líbano.
El mes pasado, el grupo de derechos humanos Amnistía Internacional afirmó que los ataques de Israel a ambulancias, paramédicos e instalaciones de salud en el Líbano durante el conflicto también deben ser investigados como crímenes de guerra.
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