“El Ejército israelí ha atacado repetidamente a trabajadores sanitarios y recintos sanitarios. Hemos documentado tres ataques que aparentemente suponen crímenes de guerra en los que fuerzas israelíes golpearon a personal médico, transportes e infraestructuras”, ha declarado la ONG Human Rights Watch (HRW), en un comunicado.
En concreto, HRW denunció un ataque a un centro de defensa civil en Beirut, la capital libanesa, el 3 de octubre, así como otro ataque a una ambulancia y un hospital en el sur del Líbano el 4 de octubre, que resultó en la muerte de 14 paramédicos.
Según datos del Ministerio de Salud Pública del Líbano, citados por la organización, los ataques israelíes han causado la muerte de al menos 163 trabajadores de la salud y de rescate este año, además de dañar 158 ambulancias y 55 hospitales.
“El Ejército israelí debería detener inmediatamente los ataques ilegales sobre los trabajadores médicos y las infraestructuras sanitarias, y los aliados de Israel deberían suspender sus transferencias de armas al país dado el riesgo real de que se usen para cometer graves abusos”, subrayó la organización.
Además, instó a las Naciones Unidas a establecer un comité internacional para investigar el conflicto y asegurar “que sea enviado inmediatamente para recabar información y emitir evaluaciones sobre violaciones a la ley internacional y recomendaciones sobre responsabilidades”.
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