A través de un comunicado, el Movimiento de la Resistencia Islámica del Líbano (Hezbolá) señaló que la protesta fue “un movimiento pacífico y una expresión civilizada de una posición popular que rechaza la sumisión injustificada a las imposiciones extranjeras”. No obstante, los manifestantes “se sorprendieron al ser atacados con gases lacrimógenos por algunos elementos del Ejército libanés, en un acto condenable que constituye una agresión injustificada contra ciudadanos pacíficos y una tentativa sospechosa de enfrentar al Ejército con su propio pueblo”.
En este sentido, Hezbolá instó a la cúpula militar a abrir “una investigación urgente sobre esta agresión” y adoptar las medidas necesarias para preservar el papel de las Fuerzas Armadas en la protección de la estabilidad y la paz de los civiles en el país.
Asimismo, llamó al Gobierno libanés a asumir “su responsabilidad total en la protección de los manifestantes pacíficos y su derecho a expresar sus posiciones y demandas”, exigiéndole que revierta la decisión de prohibir el aterrizaje de aviones iraníes en el Aeropuerto Internacional de Beirut y que tome “medidas serias para impedir que el enemigo israelí imponga sus dictados y atente contra la soberanía nacional”.
Multitudinaria protesta en Beirut
Miles de ciudadanos libaneses participaron el sábado en una manifestación convocada por Hezbolá en la carretera antigua que conduce al Aeropuerto de Beirut, en rechazo a las violaciones israelíes de la soberanía libanesa y contra las amenazas del gabinete israelí.
Los manifestantes exigieron a Beirut trabajar para repatriar a los libaneses varados en Teherán, capital de Irán, tras la prohibición de aterrizaje impuesta sobre el avión de la aerolínea iraní Mahan Air, que transportaba a más de 350 ciudadanos libaneses que habían realizado una peregrinación religiosa a la República Islámica.
Durante la protesta, las fuerzas de seguridad lanzaron gases lacrimógenos contra los participantes, quienes insistieron en el carácter pacífico de la manifestación. Los participante portaban banderas libanesas, coreando consignas en contra de la injerencia estadounidense e israelí.
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