“El general Soleimani es el verdadero líder de la lucha, antes y después de su martirio. Somos hombres de acción y nos vengaremos de Estados Unidos, el mal abosulto”, ha dado por cierto el jefe del Consejo Ejecutivo del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), Seyed Hashem Safi al-Din.
En declaraciones formuladas este viernes en el primer aniversario del cobarde asesinato del comandante de la Fuerza Quds, del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el teniente general Qasem Soleimani, el dirigente de la Resistencia libanesa ha indicado que el presidente saliente de EE.UU., Donald Trump, creía que el Eje de la Resistencia se desmoronaría con el asesinato de Soleimani, pero debe saber que el legado que él dejó con su alma y sangre permanecerá en todos los campos de batalla.
“La bandera que enarboló el mártir Qasem Soleimani seguirá flameado en lo alto y los combatientes de la resistencia la izarán sobre la cúpula de la Mezquita Al-Aqsa” en la sagrada ciudad de Al-Quds (Jerusalén), ha apostillado.
El teniente general Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, y el subcomandante de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), Abu Mahdi al-Muhandis, junto a otros compañeros, fueron asesinados en una operación terrorista realizada el 3 de enero, en Bagdad (capital iraquí), ordenada por Trump.
Este crimen ha desatado rotundas condenas contra Washington, tanto en Irak e Irán como a nivel regional e internacional. Varios movimientos iraquíes la consideraron una “violación de la soberanía” de su país, mientras las autoridades persas la tildaron de un “acto de terrorismo internacional” y aseguraron una dura venganza contra los criminales de “la cara internacional de la Resistencia”.
El alto estratega iraní desempeñó un papel relevante en los cruentos combates contra los grupos terroristas en Irak y Siria, muchos de ellos respaldados por EE.UU., el régimen israelí, y ciertas monarquías árabes, e insistía siempre en la necesidad de la lucha contra el régimen sionista de Israel y la plena liberación de Palestina, razón por la cual había recibido amenazas de muerte, en concreto del servicio de inteligencia israelí.
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