Durante un discurso televisivo desde la ciudad oriental de Hermel, el secretario general del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), Seyed Hasan Nasrolá, ha recalcado los esfuerzos de este movimiento para impedir que el país árabe se sumerja en la crisis haciendo hincapié en que se deben sumar todos los esfuerzos con la finalidad de salvaguardar la estabilidad del país.
Al mismo tiempo, ha descrito las recientes actividades de los grupos terroristas en el valle de la Becá (este de El Líbano) como un motivo de grave preocupación, indicando que tanto el Gobierno como la nación libaneses deben asumir parte de responsabilidad a fin de establecer la seguridad en esta región.
“(…) La pobreza no es el motivo principal de los crímenes pero lo intensifica. Si volvemos a las causas fundamentales de los crímenes en El Líbano, vemos que hay muchas y variadas razones. Es simplista suponer que el motivo de los homicidios y los incidentes de seguridad en nuestra región es las condiciones económicas y de vida”, añade.
Además de recalcar que la seguridad debe ser reforzada en El Líbano para que el pueblo cuente con una vida normal, Nasrolá ha hecho un llamado al Gobierno libanés a que cumpla sus obligaciones con respecto a la seguridad del valle de la Becá ante los criminales.
Los combatientes de Hezbolá han participado durante meses en los enfrentamientos con los extremistas takfiríes que operan en el valle de la Becá. Nasrolá prometió el pasado julio que los miembros de su movimiento trabajarán para garantizar la seguridad en la región asediada.
Sobre los acontecimientos políticos de El Líbano, el líder de Hezbolá declaró el jueves que su movimiento está en estrecho contacto con el Movimiento Amal, y que ambas partes han llegado a un consenso sobre una serie de importantes cuestiones políticas. Asimismo, expresó su esperanza para que se abra un nuevo capítulo en las políticas de este país, en el que todas las partes se comprometerían a poner todos sus esfuerzos a fin de encontrar soluciones a los problemas nacionales.
Desde 2014, cuando terminó el mandato del Gobierno del presidente Michel Suleiman, El Líbano carece de presidente y el Parlamento del país ha fracasado repetidamente en elegir a otro nuevo, debido a la falta de consenso entre los miembros.
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