• El presidente de EE.UU., Barack Obama, durante un discurso en la ciudad de Chicago. 27 de octubre de 2015
Publicada: miércoles, 28 de octubre de 2015 2:19
Actualizada: miércoles, 28 de octubre de 2015 3:42

El número de estadounidenses que muere a causa de las armas de fuego cuadruplica el número de víctimas del terrorismo en EE.UU. desde el 11-S, según Obama.

“Cerca de 400 000 estadounidenses han muerto por arma de fuego desde el 11 de septiembre de 2001 (...) desde el 11-S solo cien estadounidenses han sido asesinados por terroristas en EE.UU.”, dijo el martes el presidente de EE.UU., Barack Obama, en un discurso en la ciudad de Chicago (estado de Illinois, centro-oeste de EE.UU.).

“Cerca de 400 000 estadounidenses han muerto por arma de fuego desde el 11 de septiembre de 2001 (...) desde el 11-S solo cien estadounidenses han sido asesinados por terroristas en EE.UU.”, dijo el martes el presidente de EE.UU., Barack Obama.

Señaló, a su vez, que perder a 400 000 personas por la violencia armada es como acabar con toda la población de las ciudades de Cleveland (noreste) y Minneapolis (norte).

En otra parte de sus declaraciones, Obama denunció que la discriminación contra los negros y los latinoamericanos es muy real y está bien documentada.

En su opinión es fundamental que se limite la tenencia de armas de fuego en EE.UU., porque evitaría, por ejemplo, que un incidente doméstico enfrente a los ciudadanos "armados hasta los dientes".

Durante los últimos años, EE.UU. se ha convertido en el escenario de constantes tiroteos contra las iglesias, salas de cine...

La escena del tiroteo en el festival de ZombiCon en Florida donde murió uno de los asistentes, 17 de octubre de 2015.

 

Al menos nueve afroamericanos murieron en junio en un tiroteo ocurrido en una iglesia africana de la ciudad estadounidense de Charleston, en Carolina del Sur.

En otro incidente ocurrido en julio, tres personas murieron, una de ellas el atacante. Otras nueve resultaron heridas en un tiroteo en una sala de cine en la localidad de Lafayette, en el estado de Luisiana, sur.

Según las cifras, los ciudadanos negros de EE.UU. mueren 21 veces más que los blancos en enfrentamientos con los agentes policiales.

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