Según el diario The Washington Post, a todos los empleados de la Administración de Servicios Generales de EE.UU. se les abrió por error el acceso a una carpeta de Google Drive, la cual contenía documentos potencialmente sensibles, entre ellos esquemas de la Casa Blanca
Se trata de información sobre una puerta blindada proyectada en el centro de visitantes de la Casa Blanca, así como datos bancarios de un proveedor que colaboró en una rueda de prensa del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
También, se tuvo acceso a 10 de los 15 archivos de la carpeta no solo para verlos, sino también para poder editarlos. Por el momento, el departamento informático identificó a los propietarios de los archivos y restringió su uso compartido.
Desde el inicio del segundo mandato de Trump, los empleados han compartido tres documentos con toda la agencia. Estos incluyen dos archivos marcados como información no clasificada controlada (CUI por sus siglas en inglés) y un tercero descrito como información bancaria, según los registros.
En los últimos meses, la Administración estadounidense ha sido blanco de críticas por una oleada de escándalos relacionados con filtraciones de datos clasificados.
En la segunda quincena de abril, el rotativo estadounidense The New York Times reveló que el secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, compartió planes detallados de una operación militar contra los yemeníes en un chat en el mensajero Signal, en el que se encontraba su esposa, su abogado y su hermano.
Trump, por su parte, restó importancia al incidente. “No sé nada de eso. The Atlantic es una revista en quiebra”, declaró en un acto público, aunque posteriormente pidió más detalles a los periodistas.
Esta infiltración en una reunión interna de la Administración Trump expone múltiples debilidades dentro del Gobierno estadounidense, entre ellas la falta de racionalidad de sus autoridades al tomar decisiones sobre matanzas en otros países y el uso de medios de comunicación poco seguros para reuniones de alto nivel.
msr/ctl/rba