Unos 145 de los 215 representantes demócratas de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, encabezados por Sean Casten (demócrata por Illinois) y Brad Sherman (demócrata por California), firmaron una carta en la que calificaron de “peligroso y moralmente indefendible” el plan del presidente Donald Trump para despejar la Franja de Gaza de los palestinos y “hacerse cargo” del enclave, devastado por la guerra israelí.
“Estamos alarmados de que un presidente estadounidense abogue por la remoción forzosa y el desplazamiento permanente de dos millones de personas”, escribieron los legisladores en la carta, según informó el jueves Axios.
La idea del magnate republicano sobre Gaza ha desatado un aluvión de protestas y rechazos tanto dentro, como fuera de EE.UU. En esta línea, la congresista demócrata, Ilhan Omar, calificó la idea de “limpieza étnica” y aseguró que era totalmente inviable. “Eso es simplemente limpieza étnica y genocidio”, dijo el domingo a CBS la representante musulmana del estado de Minnesota (centro-oeste).
Omar enfatizó que “el pueblo palestino permanecerá en Gaza, y no hay apoyo en todo el mundo para la ridícula sugerencia que está haciendo [el magnate republicano]”. “Estoy bastante segura de que a la mayoría de la gente de Gaza le encantaría permanecer en su patria y estar donde nació”, dijo.
Trump ha pedido a Jordania, Egipto y otros países árabes que acojan a los palestinos, una propuesta que ha sido recibida con críticas generalizadas por parte de los países árabes y otros aliados, al tiempo que ha sido condenada como un plan de limpieza étnica y un intento de destruir los esfuerzos para crear un Estado palestino independiente.
El Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), que gobierna Gaza desde 2007, igual que otros grupos de Resistencia palestinos y la Autoridad Palestina, se ha opuesto al plan de Trump, diciendo que la Franja no es una propiedad que se pueda comprar y vender, sino una parte integral del territorio palestino.
La propuesta de Trump ha hecho sonar las alarmas de la comunidad internacional. Tanto aliados como rivales de Estados Unidos, ven además en la idea un peligro para la frágil tregua lograda en enero en la Franja, tras más de 15 meses de guerra genocida israelí, atizada por el gabinete del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu.
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