• La consejero de Seguridad Nacional del presidente norteamericano, Susan Rice.
Publicada: martes, 22 de septiembre de 2015 10:28

La consejera de Seguridad Nacional del presidente estadounidense, Susan Rice, defendió el lunes la visita de Estado del presidente chino, Xi Jinping, a la Casa Blanca.

Susan Rice, aseguró que si Washington rechaza el diálogo con China "nos castigaremos a nosotros mismos", criticando fuertemente la postura de aquellos políticos estadounidenses que se oponen a la visita del mandatario chino a Estados Unidos.

Cuando China y EE.UU. trabajan juntos, el mundo es más seguro y más próspero. En las próximas décadas, los líderes norteamericanos necesariamente deben mantener relaciones con Pekín que promuevan la cooperación y al mismo tiempo una competición sana", declaró la consejera de Seguridad Nacional del presidente norteamericano, Susan Rice.

"Es un punto de vista peligroso. Si castigamos a China cancelando reuniones o negándonos a participar en ellas, nos castigaremos a nosotros mismos", declaró la funcionaria norteamericana durante su discurso en la Universidad George Washington.

"Cuando China y EE.UU. trabajan juntos, el mundo es más seguro y más próspero. En las próximas décadas, los líderes norteamericanos necesariamente deben mantener relaciones con Pekín que promuevan la cooperación y al mismo tiempo una competición sana", añadió Rice.

Los críticos, entre ellos los precandidatos presidenciales del Partido Republicano, han pedido cancelar la visita de Estado de Xi Jinping tras las acusaciones de China sobre el presunto espionaje a puestos comerciales y gubernamentales de EE.UU., así como la postura militar cada vez más agresiva de China en la región del Pacífico.

Rice advirtió a China diciendo que, el ciberespionaje chino, no es una "molestia leve", sino un problema de seguridad nacional que pone en peligro la relación entre Pekín y Washington.

La funcionaria también advirtió que las disputas marítimas en el Mar del Sur de China también serán de discusión durante la visita de Estado, subrayando que Estados Unidos insiste en la preservación de la libertad de navegación y el comercio.

El presidente de China, Xi Jinping (drcha) y la consejera de Seguridad Nacional de EE.UU., Susan Rice, en el Gran Palacio del Pueblo en Pekín. el 28 de agosto de 2015.

 

La reunión del presidente chino con su homólogo estadounidense ha sido fuertemente criticada por parte de los políticos republicanos entre ellos, Donal Trump, quien afirmó que "no organizaría una cena para el líder chino, sino que le invitaría una hamburguesa en McDonalds".

 A su vez, el gobernador de Wisconsin, Scott Walker, se esfuerza por anular la reunión: "Obama debería centrarse más en los crecientes intentos de China de socavar los intereses de EE.UU. a través de los ciberataques y la interferencia estatal en su propia economía", afirmó el funcionario citado por Fox News.

La visita del presidente chino comienza con una cena privada con Obama antes de comenzar el 25 de septiembre, la visita oficial de Estado que incluye conversaciones bilaterales y una conferencia de prensa conjunta.

En este sentido, el Gobierno de Washington informó el pasado 15 de septiembre que no impondría sanciones a las empresas e individuos chinos antes de la visita del presidente de China, Xi Jinping, al país norteamericano.

fbq/rha/nal