Largas filas de vehículos y sonido ininterrumpido de las bocinas fueron las protagonistas, este fin de semana, de varias protestas en diferentes estados del país, exigiendo a los gobiernos estatales reabrir los negocios. Tal el caso del estado de Maryland (este).
Para algunos, las medidas de distanciamiento social y las ordenes de permanecer en sus domicilios fueron asumidas en base a información errónea que habrían provocado pánico en la población.
El presidente Donald Trump prefirió deslindar su responsabilidad sobre el tema de la reapertura del país y dejó la decisión a los gobernadores. “Mi Administración esta emitiendo nuevas directrices que permitirán a los gobernadores reabrir sus estados individualmente”, dijo Trump. Pocos minutos después emitió una tríada de mensajes vía Twiter, pidiendo la “liberación” de varios estados, hecho criticado y considerado como una forma de alentar a sus seguidores a desobedecer las órdenes estatales y promover las manifestaciones de protesta.
Pese a las recomendaciones de distanciamiento social, muchos, ni siquiera utilizaban mascarillas de protección. Entre los manifestantes, mayormente dueños de negocios, también se advirtió la presencia de trabajadores.
Según expertos en salud, sin un sistema pruebas a gran escala, las cuales están fuera del alcance de los estados debido al fracaso de la Administración por implementarlo, es poco probable que los estados vuelvan a reabrir.
La onda expansiva de protestas que inició la semana pasada continúa expandiéndose. Para las próximas horas se ha anunciado protestas similares en la ciudad de Harrisburg, Pensilvania y Richmond Virginia.
Alfredo Miranda, Annapolis (Maryland).
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