La cifra de los muertos supera 12 mil 400 y la de los contagiados se eleva a 390 mil. La pandemia de COVID-19 no muestra señales de desaceleración en Estados Unidos, el epicentro mundial del brote. Nueva York, el estado más afectado, registró este martes la cifra récord de 731 decesos en un solo día.
El creciente número de los fallecidos en la ciudad de Nueva York abruma sus morgues, mientras los hospitales luchan por tratar a miles de pacientes infectados con cada vez menos equipos médicos.
El presidente Donald Trump, sin embargo, busca evadir sus responsabilidades. Este martes, calificó como un “expediente falso” el reporte del inspector general del Departamento de Salud sobre la escasez de suministros médicos.
El republicano, que anteriormente equiparaba el coronavirus con una gripe y pronosticaba su desaparición “milagrosa” en abril, ha insistido en los últimos días en el uso de un fármaco antimalárico para combatir el coronavirus.
Se trata de la hidroxicloroquina, tratamiento prometedor pero aún no aprobado por la ciencia. Su inacción y posturas controvertidas han recibido una cascada de críticas por parte de los demócratas.
La Asociación Médica Estadounidense recordó a Trump que el enemigo del país es el coronavirus y no la ciencia. Instó al inquilino de la Casa Blanca a no politizar las investigaciones.
La más reciente encuesta, realizada la semana pasada por ABC NEWS y la firma IPSOS, indica que el 52 por ciento de los estadounidenses desaprueba la respuesta de Trump a la pandemia. Eso significa un cambio importante con relación a un estudio similar de hace tres semanas, cuando el 55 por ciento de los ciudadanos valoraba positivamente el manejo del presidente de la enfermedad.
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