“Las tarifas funcionan mucho mejor de lo que nadie había previsto. El mercado de China ha caído un 27 % en los últimos 4 meses, y nos están hablando”, ha tuiteado el inquilino de la Casa Blanca.
A su juicio, el mercado estadounidense está “más fuerte que nunca” debido a su política de subida de los aranceles y ha prometido más crecimiento una vez que se renegocien los “horribles acuerdos comerciales”.
Ha explicado también que medidas económicas de este tipo se están utilizando “para negociar acuerdos de comercio justo y, si los países aún no están dispuestos a negociar, nos “pagarán grandes sumas de dinero en forma de aranceles”.
Insiste en que “los aranceles han tenido un gran impacto positivo” en la industria del acero de su país y defiende que su política tarifaria hará a Estados Unidos “más rico de lo que es hoy. Solo los tontos estarían en desacuerdo”, arguye.
Las tarifas funcionan mucho mejor de lo que nadie había previsto. El mercado de China ha caído un 27 % en los últimos 4 meses, y nos están hablando”, ha tuiteado presidente de EE.UU., Donald Trump.
Más tarde en la misma jornada, el ministro de Asuntos Exteriores de China, Wang Yi, ha descartado los alegatos de Washington sobre la debilidad de la economía del gigante asiático y destaca que la cifra mencionada no corresponde con la realidad.
“El estado de la economía de China es evidente para toda la comunidad internacional: cada año nuestra contribución al desarrollo de la economía mundial es de aproximadamente el 30 %, lo que equivale a la contribución conjunta de EE.UU., Japón y Europa. No sé por qué dijo que la economía de China está en malas condiciones. Esto no es cierto, por decir poco”, ha recalcado Wang al margen de la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN, por sus siglas en inglés) en Singapur.
EE.UU. y China están inmersos en una disputa comercial desatada por la Administración de Trump, bajo diversos pretextos como el robo de empresas de tecnología china de propiedad intelectual de firmas estadounidenses.
Washington comenzó el pasado 6 de julio a imponer aranceles del 25 % a la importación de bienes de China por valor de 34 000 millones de dólares, lo que ha sido denunciado por Pekín como una violación de las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
El Gobierno de China, por su parte, ha advertido de que EE.UU. “está prendiendo fuego al mundo” con su guerra comercial y asegura que no se doblegará ante las “amenazas y el chantaje” de Washington, sino que defenderá el libre comercio y el multilateralismo en las relaciones internacionales.
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