“La situación de Irak y nuestras estrategias para frenar la amenaza de Daesh en Irak y Siria”.
“La situación de Irak y nuestras estrategias para frenar la amenaza de Daesh en Irak y Siria” fueron los puntos claves del encuentro, según afirmó Washington en un comunicado.
El portavoz del NSC, Alistair Baskey, señaló que el mandatario estadounidense declaró su firme respaldo al primer ministro de Irak, Haidar al-Abadi, en su lucha para erradicar al grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) en el territorio iraquí.
También se evaluó la aceleración del entrenamiento y el suministro de armas a las tribus de Irak, para poder recuperar Al-Ramadi.
“Estamos viendo cómo dar mejor apoyo a las fuerzas locales en Al-Anbar, incluyendo una aceleración del entrenamiento y equipamiento de las tribus locales y el apoyo a una operación liderada por Irak para recuperar Al-Ramadi”, precisó Baskey.
Para los expertos, la caída de dicha ciudad a manos de los extremistas de Daesh es un duro golpe para EE. UU. que “lidera la lucha contra los terroristas” en el país árabe.
Este fracaso estratégico ha provocado duras críticas entre los mismos políticos estadounidenses. Por ejemplo, el senador republicano John McCain culpó el lunes al presidente Obama de que el EIIL tomara Al-Ramadi.
“No me gusta ser repetitivo, pero el hecho es que gracias a la invasión teníamos la situación bajo control y esta (la caída de Al-Ramadi) es otra de las consecuencias del fracaso de este gobierno y este presidente para dejar una fuerza residual atrás ”, increpó al presidente Obama.
Tras días de intensos combates, Daesh ocupó el pasado domingo la localidad de Al-Ramadi, provocando la huida de unos 25 000 residentes hacia Bagdad, la capital, que, a 100 kilómetros de distancia, sigue siendo una de las urbes más seguras del país.
Este estrepitoso fracaso demuestra la ineficacia de los bombardeos de la llamada coalición anti-EIIL liderada por EE. UU., que incluso ha enviado armas "por error" a los terroristas que operan en Irak y Siria.
En respuesta a este avance terrorista, las fuerzas populares y el Ejército de Irak anunciaron que se preparan para liberar Al-Ramadi de Daesh y expulsarlo de la zona.
Desde junio de 2014, las fuerzas militares de Irak luchan contra los takfiríes, que cuentan con el apoyo del régimen israelí y de algunos países aliados de EE. UU., por ejemplo: Arabia Saudí y Turquía.
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