El portavoz del Departamento de Defensa de EE.UU., Peter Cook, anunció que los disparos de munición se realizaron el pasado miércoles “porque eran la única vía para evitar la escalada de la situación”.
El vocero estadounidense dijo que las naves iraníes se aproximaron demasiado a los buques norteamericanos, menos de 200 metros y con alta velocidad, precisó, considerándolo una “intercepción”.
En las afirmaciones hechas ante los medios de comunicación, Cook explicó que en los últimos días se produjeron hasta tres incidentes de este tipo en las aguas del Golfo Pérsico cerca del estrecho de Ormuz.
Pero, el incidente que llevó a realizar los disparos de advertencia, a su juicio, fue el que involucró al patrullero USS “Squall” y al menos a una lancha rápida del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI).
Cook detalló que el primero fue disparos de bengala y luego de fuego real, al mismo tiempo que USS “Squall”, que navegaba junto con el destructor USS “Nitze”, hizo sonar las sirenas de alarma, insistió, para disuadir.
El portavoz del Pentágono al condenar el acto de los iraníes, lo calificó de “provocación”, “poco profesional e inseguro”, poniendo así a ambos países ante el riesgo de una escalada militar y una confrontación.
Sin embargo, Cook confirmó que los buques estadounidenses estaban operando como lo han hecho “siempre” en las aguas norteñas del Golfo Pérsico, haciendo hincapié en que seguirán operando en estas aguas.
Fue el mismo miércoles cuando el Departamento de Defensa de Estados Unidos informó que cuatro barcos del CGRI realizaron una maniobra muy cerca de un buque de guerra estadounidense, tildándola de “acoso”.
En respuesta, el ministro iraní de Defensa, Husein Dehqan, advirtió el jueves de que Irán hará frente a todo buque extranjero que pretenda penetrar en sus aguas territoriales con intenciones ‘agresivas’.
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