"Los fiscales deberían inmediatamente volver a abrir y ampliar las investigaciones sobre torturas y otras violaciones de derechos humanos, manifestó el viernes la directora del Programa de Seguridad y Derechos Humanos de la Amnistía Internacional (AI) para EE.UU., Naureen Shah, en un comunicado de prensa.
Los fiscales deberían inmediatamente volver a abrir y ampliar las investigaciones sobre la tortura y otras violaciones de los derechos humanos", manifestó el viernes la directora del Programa de Seguridad y Derechos Humanos de la Amnistía Internacional (AI) para EE.UU., Naureen Shah, en un comunicado de prensa.
A continuación recordó el largo historial del Departamento de Justicia estadounidense de no hacer caso a nuevas pruebas de crímenes pasados, incluido el informe de torturas del Senado publicado el año pasado.
La tarde de viernes, la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) publicó decenas de imágenes secretas del Departamento de Defensa de EE.UU, en las cuales se evidencia el maltrato y torturas aplicados a los reclusos en cárceles regentadas por estadounidenses en Afganistán e Irak entre 2003 y 2006.
Según Shah, las tortura practicadas por miembros del Ejército de EE.UU. no fue solo un trabajo de "unas pocas manzanas podridas" sino fue una acción sistémica y ordenada por los más altos niveles del Gobierno norteamericano.
La activista pro derechos humanos reclamó a las autoridades de Washington y el Pentágono, entre otras instancias gubernamentales, a asumir su responsabilidad en el diseño y autorización de prácticas abusivas e ilegales cometidas por las fuerzas estadounidenses desplegadas en países foráneos.
Shah dijo que, acorde con las denuncias, deben hacerse los procedimientos y las detenciones correspondientes pues, agregó, EE.UU. no puede seguir considerándose líder en materia de derechos humanos mientras cierra los ojos a sus propios abusos.
El pasado 30 de enero, el Pentágono aceptó mostrar 198 fotos, mientras que se rehúsa a desclasificar el resto de las imágenes por “razones de seguridad nacional”. Pero es de mencionar que la batalla entre los defensores de los derechos humanos y el Pentágono por la publicación de la totalidad de las fotos data de 2004.
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