Los presos, entre ellos el paquistaní Jalid Sheij Mohamad, acusados de haber planeado los atentados del 11 de septiembre de 2001 en EE.UU., protestaron porque habían sido escoltados por mujeres a la sala de audiencia.
Sheij dijo que ese tipo de escolta le recordaba a las torturas y humillaciones sexuales que sufrió a manos de agentes de la CIA después de ser capturado en Paquistán en 2003.
Los abogados de los prisioneros dicen que ellos no asistirán a las audiencias porque se niegan a ser guiados por mujeres. Un juez emitió una exención temporal a favor de los presos, pero el Ejército está intentando revocarla.
Al respecto, una teniente que comandó el campo 7 de Guantánamo, donde están los prisiones más peligrosos, explicó que se vio obligada a utilizar personal femenino después de asumir funciones en marzo de 2014 para cumplir las necesarias rotaciones de personal.
El juez de este proceso, el coronel James Pohl, ordenó en enero que se dejara de utilizar guardias femeninas. La decisión enfureció al secretario de Defensa, Ashton Carter, quien, de hecho, la semana pasada autorizó que las mujeres ocupen todos los puestos en el Ejército, sin excepciones.
El año pasado, el Comité de Inteligencia del Senado publicó un importante informe sobre las torturas realizadas por agentes de la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, por sus siglas en inglés) durante los años que gobernó el presidente George Bush, donde se las califica de "ineficaces y abusivas" e incluso de más brutales de lo que se ha dado a conocer.
El 1 de diciembre, la Casa Blanca rechazó el plan del Departamento de Defensa para cerrar la base naval de Estados Unidos en Guantánamo, ubicada en Cuba, alegando su elevado coste.
Obama lamentó que algunas disposiciones de dicha ley prohíban las transferencias de presos de Guantánamo al territorio estadounidense, haciendo así imposible el cierre de la prisión.
Mientras las condiciones de salud de los presos en Guantánamo siguen siendo precarias, Obama ordenó en julio a un juez federal impedir la liberación de un preso de dicha cárcel que lleva más de ocho años en huelga de hambre.
Cabe señalar que la prisión de Guantánamo fue establecida por el Pentágono tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 con el fin de retener allí a personas bajo sospecha de pertenecer a Al-Qaeda o al grupo Talibán. Muchos presos han recurrido a huelgas de hambre para protestar por sus condiciones en dicha cárcel.
Organizaciones pro derechos humanos como Amnistía Internacional (AI) o el Observatorio de Derechos Humanos (HRW, por sus siglas en inglés) han exigido a Obama que actúe para perseguir y castigar a los responsables de las torturas practicadas en esta prisión estadounidense.
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