• Antonio García, máximo jefe de la guerrilla colombiana Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Publicada: lunes, 23 de enero de 2023 18:42
Actualizada: lunes, 23 de enero de 2023 19:23

A 20 días del arranque de nuevo ciclo de negociaciones entre el Gobierno de Colombia y el ELN, el jefe de la guerrilla aclara su visión y prioridades a HispanTV.

El Gobierno de Colombia y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) acordaron discutir un cese al fuego bilateral durante un segundo ciclo de negociaciones que arrancará el 13 de febrero en México, anunciaron las partes este sábado en Caracas, capital de Venezuela.

El presidente colombiano, Gustavo Petro, anunció el pasado 31 de diciembre un acuerdo de cese al fuego bilateral hasta el 30 de junio de 2023 con el ELN, dos grupos disidentes de las FARC, la banda narcotraficante Clan del Golfo, y las Autodefensas de la Sierra Nevada, un grupo de origen paramilitar.

No obstante, pocos días más tarde, representantes del ELN negaron haber pactado ninguna tregua, lo que generó una crisis en los diálogos.

El ELN, que tiene presencia en 20 % de los municipios de Colombia, además de regiones fronterizas con Venezuela y Ecuador, solo ha pactado una vez un cese al fuego bilateral, en 2017.

En una entrevista exclusiva concedida a HispanTV, Antonio García, máximo jefe del ELN, ha ofrecido información sobre los límites, prioridades y propuestas del grupo en los diálogos con el Gobierno de Petro, así como su opinión sobre si es posible alcanzar un cese el fuego. A continuación el texto completo de la entrevista:

  1. ¿Cuál es la prioridad del ELN en las conversaciones?

El Gobierno y el ELN tienen una Agenda que se está perfeccionando. La prioridad es que esta Agenda de conversaciones se cumpla. El objetivo de este proceso es construir la paz con transformaciones que atiendan las demandas largamente aplazadas e incumplidas por todos los Gobiernos, para hacer de Colombia un país más justo, democrático e incluyente.

  1. ¿Qué tanto puede ceder ELN ante exigencias gubernamentales? Es decir, ¿cuál es el límite?

El ELN viene a estas conversaciones con el Gobierno actual como a todos los otros intentos que se han dado, a trabajar sobre lo pactado. Los limites, las llamadas líneas rojas, o mejor las imposiciones de los gobiernos anteriores han impedido avanzar en la creación colectiva de condiciones para una Colombia democrática, en paz y con justicia social. Entendemos que la paz se construye con base en acuerdos, no con imposiciones. Un acuerdo es un lugar común para las dos partes, pero no se trata de una negociación que favorezca a una o las dos partes, sino al país, a todos los colombianos. Hay que construir una visión común de paz.

  1. Propuestas desde ELN para blindar proceso de paz, posibles acuerdos y que no ocurra lo del pacto de 2016.

Para el ELN el blindaje, como tú dices, es la participación de la Sociedad, es decir que el conjunto de los colombianos organizados en diferentes formas y modalidades hagamos de este proceso democrático una voluntad nacional, para que lo acordado se cumpla. Se trata que todos los colombianos nos interesemos por el país y luchemos por transformarlo.

  1. ¿Ampliación de garantes y acompañantes internacionales, da mayor legitimidad y blindaje al proceso de paz?

La participación de la comunidad internacional y de Naciones legitima y ayuda a que los acuerdos puedan cumplirse, pero no siempre funciona, como aconteció con Duque, que se los pasó por la galleta a todos. La presencia de los Garantes y Acompañantes en la Mesa y en los diferentes escenarios donde van a darse las acciones para dar vida a este proceso democratizador permite un margen mayor de seguridad y de responsabilidad en el cumplimiento de los compromisos. Por ahora se mantienen los países acordados, ni tanto que queme al santo ni tan poco que no lo alumbre, hay que ser prácticos.

  1. ¿Hay historial de grupos disidentes, desde ELN se ha planteado evitar esa posibilidad o cómo abordarla si se llega a registrar?

EL ELN tiene una historia de 60 años, en un mundo cambiante, con transformaciones históricas. En este tiempo se han presentado momentos de amplio debate y maduración de las políticas de la Organización. Entre los espacios democráticos de decisión del ELN, el principal es el Congreso, hemos realizado seis desde 1986. En estos Congresos definimos o redefinimos la estrategia, la táctica, elegimos los Comandantes, y se proyectan las políticas, después de debates que vinculan a toda la Organización en su conjunto. Ahí se resuelven las diferencias que puedan existir en la Organización, y todos debemos respetar y acatar dichas definiciones. En 1991 se presentó la separación de la Corriente de Renovación Socialista, querían negociar la unidad de la Organización por cambios políticos, actuaron por fuera de los eventos democráticos y realizaron conspiraciones internas inaceptables, al final se discutió políticamente y se dio la separación, pero enseguida se desmovilizaron. En la segunda mitad de los 90 se produjeron dos separaciones, los Guevaristas y el ERP, ambas expresiones regionales, que siendo en realidad expresiones familiares quisieron presentarse como políticas, ambas desaparecieron del escenario político. La política en el ELN se construye dialogando a su interior y la democracia interna permite la diferencia, como elemento necesario de enriquecimiento. En la Mesa está el ELN en su conjunto. Todas y cada una de las estructuras. Existen definiciones políticas que les dan tranquilidad a todas las estructuras y Mandos.

  1. JEP alerta que los frentes Camilo Torres, Che Guevara, José Antonio Galán, Manuel Hernández El Boche, Cimarrón y Domingo Laín, que operan en Arauca, Antioquia, Chocó, Cesar, Magdalena, Norte de Santander y Valle del Cauca podrían boicotear los diálogos y los describe como una rama peligrosa del ELN. ¿Cuál es la relación con estos frentes? ¿En efecto suponen un riesgo para el proceso?

Reitero la respuesta de la pregunta anterior. La política en el ELN se construye dialogando a su interior y la democracia interna permite la diferencia como elemento necesario de enriquecimiento. En la Mesa está el ELN en su conjunto, todas y cada una de las estructuras. Tenemos unidad de mando. El cese el fuego de Navidad y Año Nuevo pasado, toda la Organización, sin excepción, lo cumplió a cabalidad. Todas las estructuras que menciona son disciplinadas y para nada tienen que ver posibles disidencias.

  1. ¿ELN no busca curules en el congreso, por qué? ¿No hay confianza?

Estar o no en el Parlamento no es lo que garantice que el país cambie para bien de los colombianos. Tampoco las desmovilizaciones han producido las transformaciones esperadas. Lo fundamental en un proceso de cambio se podría dar si la sociedad con sus expresiones organizadas, sobre todo el movimiento social, participa directamente en las definiciones para un futuro de cambio. Quienes participan en el Parlamento son personas que tienen como profesión la política, hay que buscar dignificar la política, que sean las masas trabajadoras, las que crean la riqueza y cuidan de su territorio, quienes tomen las definiciones. Hay que llevar la política a las calles, las comunidades, ya que no cabe en el estrecho marco del Parlamento.

  1. ¿Bajo qué condiciones se puede contemplar un cese el fuego bilateral? ¿Qué pide ELN?

Los ceses bilaterales son acuerdos entre dos partes contendientes para dejar de realizar acciones ofensivas, en un tiempo determinado y en un territorio. El ELN no pide, pues se realiza una negociación, no somos un sindicato, sino una organización alzada en armas y por fuera de la legalidad, por tanto somos una parte contratante. Es un tema a discutir con el Gobierno en la Mesa de Diálogo, no es un asunto para discutirlo públicamente. Ya llegará el momento, se analizará, se discutirá con el Gobierno en la Mesa, y de ser posible se firmará un acuerdo con la rigurosidad y formalidades que esos eventos lo requieren.

  1. ¿Realmente las condiciones están dadas para un eventual acuerdo de paz, con un uribismo que sigue azuzando la violencia en Colombia y con el historial de diálogos fracasados?

Siempre habrá que intentarlo, hasta el mismo Uribe dialogó con el ELN, y luego se retiró. Las expresiones políticas que hacen parte del establecimiento también participarán en el diálogo nacional que se ha propuesto como forma de construir consensos que hagan viable un acuerdo de paz. Entendemos que el “uribismo” y el “santismo” están negociando con el gobierno de Petro, esperamos que confluyan también en una propuesta de construcción de paz.

  1. El gobierno de Petro supone ser escenario diferente, pero artífices de violencia (élites) siguen cobijando a grupos armados ilegales, ¿eso no supone potencial riesgo al proceso de paz, aun cuando está estrechada la mano a negociar con paramilitarismo?

Aún en el gobierno de Petro los paramilitares y el terrorismo de Estado siguen, por cuanto son productos de decisiones políticas que tienen como propósito mantener el régimen de cosas existente. Ellos son los enemigos de un proceso de paz que traiga justicia y democracia. Es un reto, pero la participación de la sociedad de manera amplia puede romper las talanqueras y generar circunstancias distintas. No se puede seguir creyendo que los cambios se harán con la vieja forma de hacer política: partidos clientelistas y distantes de la vida real de las gentes y sus comunidades.

  1. ¿Cómo acoge ELN los posibles diálogos con una parte de las disidencias de FARC?

Es un asunto de la esfera gubernamental. Ellos deciden si negocian con bandas, con narcotraficantes, con nuevos paramilitares. Y con ese afán también deben saber hasta donde es posible construir una opción de paz. No existe claridad de lo que se pretende; el ELN sólo realizará acuerdos con el Gobierno. Para nuestro caso somos una Organización de naturaleza social y política alzada en armas contra el Estado, lo de los otros grupos es otra cosa.

  1. ¿Qué tanto afectaron las disidencias al anterior proceso de paz?

Si bien, ese tema no es nuestro, no podemos decir que hayan afectado ese proceso de paz, en sí mismo son resultado de un fracaso. Siempre fuimos críticos al ritmo, condiciones y características del proceso de negociaciones. Fue un tema interno en las Ex-Farc, pero todos estuvieron hasta la Décima Conferencia. No está claro cuáles fueron los resultados positivos para el país, siguen los asesinatos de líderes y lideresas sociales, la persecución política, la exclusión; la deuda social y pliegos negociados con las organizaciones sociales siguen sin cumplirse. No conocemos si esas expresiones Pos-Farc han realizado reformulaciones de políticas anteriores o de las que los llevaron a la desmovilización, como tampoco de su reconstrucción interna, solo se ven las incógnitas de sus actuaciones.

  1. ¿Qué faltó negociar en 2016 y cómo no repetir el escenario?

Eso deben responderlo quienes participaron en dicho proceso y se retiraron de él, nosotros nada tenemos que ver con él y no entramos en esos esquemas y visiones. La paz no es sinónimo de dejación de las armas ni de cupos en el Parlamento.

  1. ¿Qué tanto daño le ha hecho más de medio siglo de guerra a Colombia, bajo la mirada del ELN?

 El daño no es de medio siglo sino de doscientos años de gobiernos oligarcas, ellos mismos hicieron guerras para repartirse regiones y riquezas, siempre colocando como carne de cañón a la población más pobre. Por eso surgió la insurgencia armada como una expresión de resistencia popular y búsqueda de cambios que dichos gobiernos oligárquicos no han propiciado para bien de las mayorías.

  1. Exguerrilla FARC reconoció crímenes cometidos y pidió disculpas. ¿Puede haber una postura similar por parte de ELN?

Dentro de la cultura propia del ELN, está asumir la responsabilidad sobre nuestros actos. Y responder por nuestras acciones. Ya en un proceso de solución política, es asunto del conjunto de la sociedad, entendemos, como reza el punto 4 del Acuerdo de Diálogos, que “el reconocimiento a las víctimas y a sus derechos, con base en la verdad, la justicia, la reparación, los compromisos de no repetición y el no olvido. El conjunto de estos elementos fundamentan el perdón y proyectan el proceso de reconciliación.” Es un asunto donde deben participar todas las víctimas, no sólo las que el Gobierno quiere visibilizar.

  1. ¿ELN está de acuerdo y, tras un eventual pacto, se sometería a la justicia transicional, con miras a la reparación y no repetición de conflicto?

El ELN es una organización alzada en armas, no nos cobija la juridicidad del régimen a ningún nivel. La Justicia transicional es producto de un acuerdo en el que el ELN no participó.

  1. ¿Narcotráfico, el origen de la guerra? ¿Dónde está la solución?

El origen de la guerra no es el narcotráfico. Cuando nacen las insurgencias en Colombia, al comienzo de la década del 60 del siglo pasado, no existía ese fenómeno. Si había injusticia, exclusión, explotación y masacres. Ya había terrorismo de Estado; verdaderas razones del alzamiento armado revolucionario. Sobre el narcotráfico hemos tenido una posición de deslinde con ese fenómeno capitalista y una actuación desde hace más de 40 años. Hemos mantenido una propuesta a Colombia y a la Comunidad internacional. Si el narcotráfico no se resuelve a nivel internacional no puede atacarse a nivel de ningún país. Se puede consultar la propuesta presentada en noviembre de 2020.

  1. Hace dos años ELN pedía una comisión de investigación para que viera, según una delegación de la guerrilla, su ausencia de lazos con el narcotráfico, ¿Puede ser una opción ahora en diálogos con gobierno para dar mayor claridad al proceso?

Han querido vincular al ELN con el narcotráfico y no han podido porque no hay vínculos. Han intentado armar patrañas y no han podido, en su campaña de deslegitimación, al punto de incluso de extraditar a EEUU a unas personas que no tienen relación con el ELN. De ahí vino la propuesta de la Comisión, para que en el terreno compruebe que lo que decimos es verdad. Eso sigue en pie.

  1. ¿Qué costo supone conseguir la paz en Colombia? Costo humano, costo histórico, costo diplomático.

La paz es un derecho de la humanidad y del pueblo colombiano. Siempre será un costo menor al estado de guerra en que han mantenido los poderosos a Colombia. Más bien hay que pensar en el costo de no alcanzar una paz con justicia social. El costo humano de la represión de décadas se cuenta por cientos de miles de muertos y millones de víctimas, miles de presos políticos, la imposición de un modelo económico ajeno a las tradiciones y necesidades de Colombia que tiene en la iniquidad y la pobreza a nuestro pueblo como nunca había ocurrido y el costo de depender de una potencia extranjera que solo vela por los intereses propios y entiende a nuestras tierras como una área de despojo y expoliación y que ha llevado al aislamiento y la enemistad con países vecinos. La paz con justicia social, en un país como Colombia, es un anhelo que solo traería bienestar y posibilidad de autodeterminación y soberanía a nuestra nación.