Petro insiste en la necesidad de convocar al Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) para dar una respuesta vinculante al asalto policial a la Universidad de San Marcos, en Lima, la capital de Perú, ocurrido el pasado sábado y que terminó con más de 200 manifestantes detenidos.
“Allanar universidades. Gritar ¡Muera la inteligencia! El Consejo permanente de la OEA debe ser citado para examinar el caso de Perú”, ha manifestado este domingo de manera contundente el mandatario a través de su cuenta de Twitter.
Por su parte, el presidente del Consejo de Ministros peruano, Alberto Otárola, ha rechazado lo que llama la “injerencia” del mandatario colombiano en los asuntos internos de Perú.
“Ocúpese de sus asuntos, señor Gustavo Petro [...] Consejo Permanente de OEA también podría examinar masacres ocurridas durante su gobierno. La última en el Putumayo. Gobierne para los suyos, asista a las víctimas, mejore sus universidades”, ha publicado Otárola en sus redes sociales.
Petro viene criticando la detención del depuesto presidente peruano, Pedro Castillo, “sin juez y sin defensa”, después de que este ordenara la disolución del Congreso peruano, el 7 de diciembre pasado.
Los sucesos del pasado sábado comenzaron cuando unos 400 policías antidisturbios, apoyados por fuerzas especiales, irrumpieron con tanquetas derribando una de las puertas de acceso a la Universidad de San Marcos y deteniendo a más de 200 personas, en medio de disparos y lanzamiento de gas lacrimógeno pese a no encontrar resistencia, según testimonios recogidos por la prensa peruana.
Los manifestantes continúan exigiendo la renuncia de la presidenta interina, Dina Boluarte, a quien tachan de asesina y represora; también el cierre del Congreso, el llamado a elecciones generales y la liberación del expresidente Castillo. Frente a esto, la respuesta del gobierno ha sido una brutal represión policial.
Recordamos que, desde el pasado 7 de diciembre cuando estallaron las movilizaciones en todo Perú, se han reportado 60 personas fallecidas y decenas de heridos, lo que ameritó la urgente visita de Christian Salazar, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, quien calificó de inaceptables las muertes y la represión ejercida por las autoridades del país suramericano.
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