Reconciliémonos, son 60 años matándonos
“Reconciliémonos, son 60 años matándonos”, han demandado dos miembros del secretariado de las FARC alias ‘Pastor Alape’ y ‘Carlos Antonio Lozada’, coincidiendo con el inicio del ciclo 33 de los diálogos de paz que adelantan representantes del Gobierno colombiano y de esta guerrilla en La Habana, capital cubana.
Asimismo, han recalcado que los integrantes de las FARC pese a que reconocen su culpabilidad en algunos hechos, no están dispuestos ir a la cárcel al término de los diálogos, pues a su entender, la responsabilidad de este conflicto es compartida.
“La responsabilidad nuestra es habernos puesto a hacer resistencia con las armas (...) Pero nuestra actividad no estado sistematizada para victimizar, todo ha pasado en situaciones particulares y no es una política de las FARC golpear a la gente”, han argumentado.
‘Pasto Alape’ también ha dicho que con la tregua unilateral de las FARC, en vigor desde diciembre pasado, la guerrilla busca credibilidad y ha criticado que cualquier ataque se utiliza en su contra.
No es una política de las FARC golpear a la gente
El martes, el jefe negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, denunció en un foro en Colombia que las FARC han continuado realizando extorsiones y actividades de narcotráfico durante la tregua de la guerrilla y reprochó la falta de reconocimiento de sus víctimas.
Como elemento particular de este ciclo destaca la participación del delegado especial de Estados Unidos, Bernie Aronson. Al respecto, los guerrilleros ven este nombramiento como un gesto que debe servir como ejemplo para muchos sectores políticos que se oponen a estas conversaciones.
Además, en esta ocasión el exsecretario General de las Naciones Unidas Kofi Annan viajará a La Habana para conocer de cerca el avance del proceso de paz. Tiene previsto, escuchar a representantes de ambas delegaciones.
Desde noviembre de 2012, el Gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC llevan a cabo negociaciones para zanjar esta crisis interna que, según cifras oficiales, ha dejado más de 220 mil personas muertas.
De una agenda de seis puntos, las partes han logrado consensuar tres (reforma rural, participación política y drogas ilícitas), tienen sobre la mesa el cuarto (las víctimas) y quedan pendientes dos (desarme y mecanismo de refrendación de un eventual acuerdo).
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