El Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) reveló el martes por la noche que llevó a cabo una operación exitosa el pasado 18 de noviembre con un escuadrón de aviones no tripulados de alta precisión, que apuntó, entre otros objetivos sensibles la residencia del general Bar en Tel Aviv.
“Uno de los objetivos militares sensibles que fue atacado el 18 de noviembre […] en la ciudad de Tel Aviv fue la residencia del comandante de la fuerza aérea del ejército enemigo israelí, el general de división Tomar Bar, con un escuadrón de drones de ataque cualitativos”, reza un comunicado emitido por la Sala de Operaciones de Hezbolá, sin ofrecer más detalles del ataque.
El movimiento libanés detalló que pese al apagón informativo impuesto por el régimen a la compleja operación de Hezbolá, el ataque fue totalmente exitoso.
En la referida fecha, el movimiento libanés llevó a cabo un ataque combinado con salva de misiles y drones kamikaze a Tel Aviv y Haifa. La ofensiva provocó incendios y cortes de electricidad y causó muertos y decenas de heridos, según medios hebreos.
TEL AVIV BURNING: EMERGECY LIKE SITUATION IN ISRAELI CAPITAL🔥⚠️
— Barbarik (@Sunny_000S) November 18, 2024
🗓 18th November 2024
Hezbollah fires a barrage of rockets from #Lebanon which makes direct hits burning the #Israeli capital #TelAviv.
Channel 13 Hebrew: Fire breaks out in Bnei Brak neighbourhood in Tel Aviv. pic.twitter.com/Niqk3hPqJT
Los proyectiles y drones disparados desde el territorio libanés esquivaron la defensa multicapas del régimen sionista, y alcanzaron Ramat Gan, un suburbio de Tel Aviv, que alberga muchas instalaciones militares e instituciones de seguridad de Israel. También se produjo un incendio en Bnei Brak, en Tel Aviv.
El masivo ataque, que activó las sirenas de alerta en Tel Aviv y otras 100 áreas y asentamientos en distintas partes de la Palestina ocupada, se produjo a pesar de que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, alegó que su ejército había eliminado el 90 % de la capacidad de misiles de Hezbolá.
Tras 14 meses de intercambio de fuego con la llamada promesa de erradicar a Hezbolá y eliminar su presencia en el sur del Líbano, el gabinete de Netanyahu se ha visto obligado a aceptar un alto el fuego con el Líbano sin lograr ninguno de esos objetivos.
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