Seis años después de haber perdido las cuatro extremidades por la explosión de una mina en Afganistán, John Peck, de 31 años, recibe un nuevo par de brazos de un donante fallecido.
Tras dos años de pruebas, un equipo multidisciplinario de expertos le implantó los brazos. El camino que tiene por delante es difícil, pero el veterano asegura que no se rendirá.
Peck ahora es capaz de sentir levemente el calor y el frío y además, puede realizar algunas actividades con sus brazos.
El veterano perdió ambas piernas y medio brazo en mayo de 2010 cuando caminó sobre una mina en la provincia de Helmand, Afganistán. Los médicos tuvieron que amputar su segundo brazo después de que su sangre se infectara con un hongo come-carne llamado Aspergillosis.
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