Publicada: martes, 9 de febrero de 2021 15:17

El Ejército de Myanmar (Birmania) lanza gases lacrimógenos y dispara balas de goma para dispersar a los manifestantes anti golpe de Estado en varias ciudades.

Este martes, el cuarto día de protestas, se han agudizado las tensiones en Naipyidó (capital birmana), pues las fuerzas del orden han recurrido al uso de gases lacrimógenos, balas de goma y cañones de agua para dispersar a los descontentos, que han violado la prohibición militar de realizar grandes congregaciones.

Antes de arremeter contra los indignados, la Policía advirtió, por medio de altavoces, que la multitud debía abandonar el lugar, ya que, de lo contrario, se vería obligada a usar la fuerza.

De acuerdo con las imágenes que han sido subidas a las redes sociales, los manifestantes salieron corriendo al escuchar los primeros disparos.

 

A raíz de los hechos reseñados, tres personas se encuentran en observación por presentar presuntas heridas de balas de goma, conforme ha informado la agencia británica de noticias Reuters, que cita a un médico de una clínica en la ciudad capitalina.

De igual modo, en Mandalay, la segunda urbe más grande de Myanmar, la Policía ha arrestado a al menos 27 personas, entre ellas, un periodista de la agencia Democratic Voice of Burma (DVB, por sus siglas en inglés), cuando estaba filmando la marcha.

Los manifestantes exigen que se devuelva el poder a los funcionarios electos, que han estado al frente del país hasta que tuvo lugar, a principios de febrero, un golpe de Estado.

El Ejército detuvo al presidente birmano, Win Mynt, a la líder de facto de Myanmar, Aung San Suu Kiy, y otros funcionarios de su partido el 1 de febrero, bajo la alegación de que el partido de la Liga Nacional para la Democracia (LND) había ganado los comicios de noviembre de 2020 gracias a una serie de irregularidades y, por ende, un fraude.

Myo Nyunt, un portavoz de la LND, consideró la detención de las referidas figuras un golpe de Estado.

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