El canal 10 israelí, citando a varios funcionarios estadounidenses, ha informado este jueves que una delegación israelí de alto nivel, encabezada por Meir Ben Shabbat —asesor de seguridad interna del régimen de Israel—, se reunió secretamente el pasado 12 de diciembre en la Casa Blanca con un equipo estadounidense, dirigido por el consejero de Seguridad Nacional, Herbert Raymond McMaster.
Según las fuentes, las partes conversaron durante dos días en Washington para convertir el discurso antiiraní del presidente de EE.UU., Donald Trump, realizado el pasado 13 de octubre, en planes estratégicos y operacionales para enfrentarse a la República Islámica de Irán. Como resultado, se acordó formar cuatro grupos de trabajo en diferentes ámbitos.
El primer grupo estará encargado de hacer actividades secretas y diplomáticas para obstaculizar el programa de energía nuclear iraní; estudiará vías más estrictas a la hora de ejecutar y supervisar el actual acuerdo nuclear entre Irán y el Grupo 5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania), mientras que también se esforzará para promover la postura antiiraní mediante vías diplomáticas fuera del marco del pacto nuclear, conocido como el Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés).
El segundo tendrá la responsabilidad de limitar las actividades de Irán en la región, sobre todo en Siria y El Líbano; analizará las vías para prevenir la presencia iraní en Siria y elaborará una política común para el período posguerra de Siria. Además, intentará hacer frente al apoyo de Teherán al Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), Movimiento de Resistencia Islámica Palestina (HAMAS) y el movimiento de Yihad Islámica Palestina.
El tercero tendrá en su agenda el programa misilístico de Irán y el supuesto traslado de misiles de alta precisión a Hezbolá y a Siria. Mientras tanto, el cuarto grupo analizará posibles escenarios de conflicto en las zonas donde probablemente está presente la República Islámica de Irán o uno de los grupos a los que respalda, en particular Hezbolá.
En los últimos años, el régimen de Tel Aviv, dirigido por el primer ministro Benyamin Netanyahu, ha aprovechado cada oportunidad para promover la iranofobia en el mundo y no ha cesado de crear infundadas alegaciones contra Teherán, el cual ha mostrado en numerosas ocasiones su compromiso a las leyes internacionales y a la lucha contra el terrorismo en la región, mientras que los informes revelan el apoyo de Israel y EE.UU. a los diferentes grupos terroristas en Siria.
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