Tres agentes de la policía de la unidad antifraude se han presentado hacia las 18:30, hora local, (16h30 GMT) en la residencia de Netanyahu, situada en un barrio residencial del centro de la ciudad de Al-Quds (Jerusalén).
Según los informes israelíes, el primer ministro del régimen de Tel Aviv es sospechoso de haber recibido jugosos "regalos" de empresarios israelíes y extranjeros valorados en miles de dólares. Se especula que otros miembros de su familia también habrían recibido sobornos.
La prensa local asimismo habla de un segundo caso que podría dar paso a acusaciones más graves de corrupción, pero no da más detalles.
Previamente, Benyamin Netanyahu había rechazado las acusaciones, asegurando que "Lo he dicho y lo repito: no habrá nada porque no hay nada".
Durante ocho meses, la policía ha estado investigando el caso en secreto. Los interrogatorios a unos 50 testigos permitieron recientemente llevar a cabo un "avance decisivo".
Por otra parte, el premier israelí es acusado de haber utilizado dinero público para realizar y sufragarse viajes personales junto a sus hijos y esposa –también investigada por abuso de fondos–, entre otros posibles delitos.
Desde que comenzara la investigación sobre Netanyahu, el partido gobernante Likud ha propuesto una legislación en el parlamento que sugiere dar inmunidad al primer ministro por "delitos menores".
En los últimos años, Netanyahu y distintos funcionarios israelíes de alto rango han estado envueltos en escándalos de corrupción. Tal es el caso del ex primer ministro Ehud Olmert, condenado a 18 meses de cárcel por dicho delito.
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