“Arabia Saudí se ha apresurado a impulsar su producción de petróleo bajo la presión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, solo para descubrir que los mercados globales podrían no necesitarlo todavía”, señala un informe publicado recientemente por el diario británico Independent, que cita a expertos financieros.
La Administración del presidente Trump exigió el pasado junio a todos los países que compran crudo a Irán el acatamiento de las sanciones de Washington contra Teherán y puso como límite los primeros días de noviembre para que dejasen de importar por completo el petróleo iraní.
En este contexto, la producción del crudo saudí alcanzó en junio un nivel tan alto, jamás visto en los últimos tres años. Riad bombeó más hidrocarburo para ayudar a su aliado Washington a relajar los precios del petróleo y compensar la brecha de oferta que crearían las inminentes sanciones estadounidenses contra Irán.
Si bien, los saudíes esperan vender el excedente de petróleo tal y como lo habían planeado, “en privado están preocupados por haber abierto los grifos demasiado pronto”, señala el rotativo en base a información reciente recibida desde fuentes en Riad.
Arabia Saudí se ha apresurado a impulsar su producción de petróleo bajo la presión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, solo para descubrir que los mercados globales podrían no necesitarlo todavía”, asegura un informe publicado recientemente por el diario británico Independent.
“Una rara declaración pública del Ministerio de Energía de Arabia Saudí a principios de esta semana podría tomarse como una ilustración de su malestar. Rechazó ‘sin fundamento’ cualquier preocupación de que el reino se haya apresurado a abastecer en exceso los mercados mundiales.”, indica Independent.
La semana pasada, China, el mayor comprador de crudo del mundo y el mayor cliente de Teherán, anunció que planea limitar sus compras de crudo estadounidense y aumentar las del hidrocarburo iraní, como una medida para contrarrestar la guerra tarifaria emprendida por Trump.
En cualquier caso, la República Islámica de Irán ya ha asegurado que hará frente a la guerra económica de EE.UU. en su contra. A principios de este mes, el presidente iraní, Hasan Rohani, restó importancia a las amenazas de Washington. “Nunca podrá recortar los ingresos de Irán en lo que a las exportaciones de petróleo se refiere”, indicó.
aaf/ncl/alg/mkh