“No aceptamos la presencia de fuerzas emiratíes ni siquiera en una pulgada del suelo yemení. Los Emiratos Árabes Unidos cometieron un error colosal al unirse a Arabia Saudí en la invasión de Yemen. Por lo tanto, deberían aprender de sus errores y retirarse [lo antes posible]”, dijo el viernes por la noche Mohamed al-Bujaiti, miembro del buró político del movimiento popular yemení Ansarolá.
Sus comentarios, recogidos por la televisión libanesa Al Mayadeen, se produjeron después de que Arabia Saudí informara al llamado consejo de liderazgo presidencial yemení acerca de su decisión de poner fin a la brutal campaña de bombardeos contra el empobrecido Yemen después de ocho años que dejó 18 000 yemeníes muertos.
Al-Bujaiti dijo que Riad y Saná habían alcanzado algunos entendimientos sobre la solución del conflicto por vías políticas y adelantó que las partes anunciarán sus iniciativas de paz en dos fases: una antes de Eid al-Fitr, que marca el fin del sagrado mes de ayuno del Ramadán, y la otra en otro momento.
Hizo hincapié en que Saná apoya “cualquier propuesta y esfuerzo de Arabia Saudí u otras partes” que contribuyan a resolver la crisis en Yemen por vías pacíficas, al tiempo que pidió a las facciones yemeníes aliadas de Riad a hacer lo mismo y “no desperdiciar la oportunidad disponible”.
Medios locales han informado que una delegación saudí, acompañada por representantes de Omán, planea viajar a Saná la próxima semana para negociar un acuerdo de alto el fuego permanente con funcionarios del Gobierno de Salvación Nacional y poner fin al conflicto de ocho años en el país. Fuentes familiarizadas con el tema adelantan que las partes podrían anunciar una tregua antes de la festividad de Eid al-Fitr, que comienza el 20 de abril.
Omán funge de mediador en las conversaciones en curso entre Riad y Saná, que se desarrollan en paralelo a los esfuerzos de paz de las Naciones Unidas.
El nuevo avance se logra en medio del alivio de tensiones en la región de Asia Occidental gracias a un acuerdo alcanzado en marzo entre Irán y Arabia Saudí para restablecer sus relaciones diplomáticas tras siete años de ruptura.
La agresión a Yemen, liderada por Arabia Saudí y apoyada por Estados Unidos, tenía como objetivo restaurar en el poder al expresidente fugitivo yemení Abdu Rabuh Mansur Hadi y aplastar Ansarolá. Sin embargo, la llamada coalición agresora no logró ninguna de sus metas gracias a la resistencia de los comités populares.
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