Elisabeth Byrs, portavoz del Programa Mundial de Alimentos (PMA), una instancia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ha advertido que se necesitan urgentemente unos 737 millones de dólares para mantener la ayuda humanitaria en funcionamiento en Yemen, un país devastado por la guerra impuesta por la coalición liderada de Arabia Saudí desde el 2015.
“La situación humanitaria se está deteriorando a un ritmo alarmante, empujando a las personas al límite”, ha dicho Byrs mientras intervenía en una reunión virtual a través de una videoconferencia celebrada desde Ginebra (Suiza).
La titular de la ONU ha urgido la necesidad de actuar de inmediato y no esperar a que la hambruna sea una realidad en Yemen, ya que, según ella, de darse este caso, será muy tarde para socorrer a la población moribunda por la falta de acceso a los alimentos, si es que hasta entonces siguen con vida.
En 2018, Yemen ya estaba sumido en lo que la ONU consideraba la peor crisis humanitaria del mundo, con decenas de miles de muertos, y unos cuatro millones de desplazados por la guerra, con amenazas frecuentes de hambruna y epidemias, como el dengue o el cólera.
De acuerdo con la funcionaria del PMA, más de 20 millones de yemeníes padecen inseguridad alimentaria, de los cuales unos 13 millones reciben asistencia.
Además, ha agregado que dos millones de menores de edad, más un millón de mujeres embarazadas o en período de lactancia, necesitan tratamiento urgente para mitigar los efectos de la desnutrición aguda que sufren en medio de la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19.
Hasta ahora, las autoridades de Yemen han anunciado oficialmente unos 1300 casos de infección por la COVID-19, de los cuales casi 360 fallecieron. Pero, según los expertos, el balance podría ser más alto, puesto que el país no cuenta con la capacidad para realizar pruebas a gran escala, y los hospitales están muy mal equipados para poder determinar las causas de las muertes.
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés) en uno de sus informes recientes alertó que los niños yemeníes podrían verse empujados al borde de la hambruna en medio de la crisis sanitaria.
Es más, la agencia de la ONU señaló que el número total de niños menores de 5 años con desnutrición podría ascender un 20 % y llegar a 2,4 millones, casi la mitad de todos los niños del país en ese rango de edad, este 2020.
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