“La conferencia de Varsovia demuestra que la agresión a Yemen forma parte de un proyecto estadounidense-sionista”, denunció el sábado la Cancillería yemení en protesta por la participación del representante del expresidente prófugo Abdu Rabu Mansur Hadi en la reciente cumbre en la capital de Polonia, convocada por Washington.
La Cartera yemení aseguró que la presencia de Jaled al-Yamani (canciller del gobierno fugitivo de Yemen), que es la “marioneta de Arabia Saudí”, en la cita de Varsovia (Polonia) y su decisión de sentarse junto al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, manifiestan que no representa la voluntad de la nación yemení.
El Ministerio, del mismo modo, reafirmó la determinación de los yemeníes en defender la causa palestina y expresó su rechazo a la normalización de las relaciones con Israel, la cual, según denunció ayer sábado el líder del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), Seyed Hasan Nasralá, fue uno de los objetivos de la conferencia en cuestión.
La conferencia de Varsovia demuestra que la agresión a Yemen forma parte de un proyecto estadounidense-sionista”, denuncia la Cancillería de Yemen.
En el mismo sentido, reaccionó el jueves el movimiento popular yemení Ansarolá, asegurando que los yemeníes “se oponen a toda forma de normalización de las relaciones con Israel”, un plan tramado por algunos Estados árabes ribereños del Golfo Pérsico.
Al-Yamani ha sido criticado, además de por sentarse al lado de Netanyahu, por entregar su micrófono al primer ministro israelí debido a que el suyo no funcionaba.
El enviado especial de Estados Unidos para Oriente Próximo, Jason Greenblat, aplaudió el gesto en Twitter y apuntó que podría ser una señal de una “nueva cooperación” entre Israel y los Estados de la región.
No obstante, varios activistas políticos árabes y representantes de los medios de comunicación han lanzado una campaña en Twitter para criminalizar la normalización entre los países árabes y el régimen de Israel, con el hashtag #NormalizationIsBetrayal.
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