La marcha se realizó luego de una ola de violencia racista que siguió a un asesinato con arma blanca.
Este sábado, cerca de 8 mil personas se volvieron a manifestar en la ciudad oriental de Chemnitz en el marco de las marchas rivales entre los neonazis de ultra derecha y los antifascistas.
Estas marchas han iniciado luego de que muriera apuñalado un ciudadano alemán en una pelea verbal con dos migrantes de Siria e Irak. Los neonazis dicen que esto muestra el fracaso de políticas migratorias de la canciller Angela Merkel que abrió la puerta a refugiados, mientras los antifascistas dicen que no hay que generalizar lo sucedido a todos los migrantes.
Hubo una fuerte presencia policial con refuerzos de toda Alemania, para prevenir choques luego de que los neonazis lanzaran una campaña de caza a los migrantes. El Gobierno alemán asegura que no tolerará el discurso de odio y agradeció la protesta de los antifascistas.
Sin embargo, tras lo sucedido en Chemnitz, el partido antimigrantes Alternativa para Alemania (AfD, por sus siglas en alemán) y el movimiento xenófobo e islamófobo alemán PEGIDA (siglas en alemán de Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente) están echando la culpa a Merkel y dicen que tenían la razón desde principio, hecho que en 2017 causó que AfD entrara en el Parlamento con 90 escaños y podrá ser otro revés en escenario político alemán a largo plazo.
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