La mayoría de los implicados en el plan golpista contra el Gobierno bolivariano fueron capturados por las fuerzas de seguridad y la esperanza de derrocar a Maduro parece haberse esfumado en un mar de deslices políticos, con apoyos internacionales.
Tras el fracaso del golpe de abril, el factor Guaidó decreció hasta desaparecer y en el segundo semestre de 2019 fue de caída libre para el opositor auspiciado por la Casa Blanca. Así, el Gobierno del mandatario venezolano, Nicolás Maduro, resistió el embate y se anotó una victoria, que no está exenta de riesgos ni de nuevos ataques.
Caracas ha revelado varios planes de golpe contra Maduro durante 2019. Entre ellos, se puede destacar la liberación del general venezolano Raúl Isaías Baduel, detenido en Sebin, por pretender autoproclamarse presidente de la nación y se incautaron 140 000 cartuchos de ametralladoras; además, estaba prevista la incursión de agentes israelíes, colombianos y norteamericanos.
Anteriormente, el Gobierno de Caracas denunció otro golpe de Estado liderado por Bogotá promovido desde Washington con el envío de 5000 tropas estadounidenses a Colombia, hecho considerado como un "festín de odio" por Maduro.
El 14 de diciembre, Venezuela presentó un diagrama y audiovisuales de los implicados. La acción terrorista, liderada por Guaidó, estuvo coordinada desde la ciudad colombiana de Cúcuta y se pretendía tomar instalaciones militares en el estado Sucre.
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