"Estamos en una guerra mundial, frente a una alianza enemiga que va desde Pyongyang, Corea del Norte, a La Habana, Cuba, y Caracas, Venezuela. En el camino, esa alianza recoge a los países como Irán y organizaciones tales como Al-Qaeda, los talibanes y el EIIL (Daesh, en árabe)", declaró el martes el exdirector de la Agencia de Inteligencia de Defensa de EE.UU. (DIA, por sus siglas en inglés) Michael Flynn al diario estadounidense New York Post.
Estamos en una guerra mundial, frente a una alianza enemiga que va desde Pyongyang, Corea del Norte, a La Habana, Cuba, y Caracas, Venezuela. En el camino, esa alianza recoge a los países como Irán y organizaciones tales como Al-Qaeda, los talibanes y el EIIL (Daesh, en árabe)", declaró el exdirector de la Agencia de Inteligencia de Defensa de EE.UU., Michael Flynn
En este sentido, Flynn suscribió que EE.UU. tiene que denunciar a estos países como falsos profetas e insistir en la superioridad de la visión política norteamericana. Por ello, agregó que este axioma se aplica por igual a los elementos seculares radicales de la coalición enemiga, como Cuba y Corea del Norte.
Además, se preguntó: "¿Qué historia de éxito pueden mostrar? Alguien del lado occidental debe dar un seminario universitario donde se muestre el por qué los cubanos prefieren la libertad real, o donde se cuestione si Vladimir Putin (presidente de Rusia) es un líder modelo para el mundo del siglo XXI".
La lista de los países de Sudamericana en los que Washington ha intervenido políticamente hablado es larga, como son los casos de Venezuela, Cuba, Panamá y Ecuador.
Flynn, que sirvió durante años a la Administración del actual presidente estadounidense, Barack Obama, y fue despedido de su cargo en 2014, después de tres décadas en el Ejército, por sus críticas a la conducción de la guerra contra el terrorismo, aseguró que EE.UU. tiene que acabar con los ejércitos terroristas, sobre todo en Oriente Medio y Libia, porque existen los medios, pero que se carece de la voluntad.
El general retirado Michael Flynn, de 56 años, votante demócrata registrado aunque ahora opta por los republicanos, es visto como un posible compañero de fórmula del candidato republicano a la Presidencia de EE.UU., Donald Trump, quien a su vez no está bien valorado dentro de su país para alcanzar la Casa Blanca.
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