Durante un discurso ante la Asamblea del Pueblo (Parlamento), el mandatario sirio, Bashar al-Asad, ha subrayado que Turquía debe retirar sus tropas presentes en varias zonas del norte de Siria y dejar de apoyar a grupos opositores para avanzar hacia el restablecimiento de las relaciones entre ambos países, rotas desde hace 13 años.
“Restaurar las relaciones requiere primero eliminar las razones que llevaron a su destrucción. Nosotros no renunciaremos a ninguno de nuestros derechos y Siria insiste constantemente en la necesidad de que Turquía se retire de los territorios que ocupa y poner fin a su apoyo al terrorismo”, ha enfatizado el jefe de Estado.
En tal sentido, Al-Asad ha precisado que Siria no ocupó el territorio de un país vecino para retirarse del mismo ni apoyó el terrorismo, y aclaró que la solución está en identificar las brechas y los defectos, y no en la insolencia, según reseña la agencia de noticias SANA.
“Recuperar la relación requiere primero eliminar las razones que llevaron a su destrucción, y no renunciaremos a ninguno de nuestros derechos”, ha indicado el mandatario, al subrayar que cualquier proceso de negociación necesita un marco referencial en el que hay que apoyarse para tener éxito.
Al respecto, el presidente sirio ha lamentado que iniciativas anteriores mediadas por terceros países no llegaran a consolidarse por falta de esos puntos de referencia que sirvieran para establecer las bases de acuerdo entre ambas partes.
“Hemos tratado las iniciativas de Irán, Rusia e Irak partiendo de la soberanía y el derecho internacional que son consistentes con los principios de todas las partes que toman en serio la recuperación de la relación entre Damasco y Ankara, además de la lucha contra el terrorismo que es un interés común para ambas partes”, ha señalado el dignatario.
Al-Asad se expresó a mediados del mes pasado a favor de un encuentro con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, pero insistió en que el foco debe ser la retirada de las tropas de Turquía presentes en Siria y el fin de su apoyo a grupos opositores.
Las relaciones entre ambos países se rompieron al inicio de la guerra civil siria, después de que Ankara comenzara a apoyar a grupos que se levantaron contra el Gobierno de Damasco.
Turquía ha desplegado militares en las zonas norteñas del país levantino, so pretexto de combatir a las milicias kurdas, a las que considera terroristas. Sin embargo, Siria ha denunciado en reiteradas ocasiones esta presencia militar en su territorio, calificándola de ocupación.
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