Fuentes locales en Al-Hasaka (noreste) confirman que las fuerzas estadounidenses, desplegadas desde 2014 cerca de Tel Mozan, al sur de la ciudad de Amuda, han ampliado las zonas, consideradas espacios militares prohibidos, en cooperación con su aliada, la milicia de las llamadas Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), y han impuesto estrictas medidas de seguridad para facilitar sus acciones de extracción de antigüedades y sacarlas de contrabando de Siria a destinos desconocidos, según la agencia estatal de noticias, SANA.
También señalaron que las tropas de ocupación estadounidenses y sus aliados se apoderaron de sitios arqueológicos considerados entre los más importantes del mundo, como Tel Baidar, Al-Hamma, Life Stone, Tel Mozan y varias colinas en el este de Al-Qamishli.
En la ciudad de Al-Qahtaniya en la provincia norteña de Al-Raqa, los militares norteamericanos trasladaron a sus bases ilegales antigüedades excavadas de las colinas de las localidades de Muhammad al-Dhiab y Laylan, incluidos sellos, estatuas y piezas de oro, para contrabandearlas luego fuera del país.
Según las mismas fuentes, los milicianos de la FDS robaron también una estatua arqueológica del pueblo de Qasrouk en el campo de Al-Yarubiyah, y la llevaron a un destino desconocido.
El Ejército estadounidense ha desplegado durante mucho tiempo sus fuerzas y equipos en el noreste de Siria y afirma que el despliegue tiene como objetivo evitar que los campos petroleros en el área caigan en manos de los terroristas del grupo Daesh.
Damasco ha denunciado que el despliegue estadounidense está destinado a saquear los recursos naturales del país. El expresidente estadounidense Donald Trump admitió en varias ocasiones que las fuerzas estadounidenses estaban en el país árabe por su riqueza petrolera.
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