Las fuerzas sirias se están expandiendo en la ciudad de Al-Tabqa y el campo norte de la provincia de Al-Raqa, en el marco de los esfuerzos de Rusia para elevar el nivel de coordinación entre el Ejército sirio y la milicia kurdo-árabe, conocida como Fuerzas Democráticas Sirias (FDS).
Conforme reportó el sábado el diario local Al-Watan, citando a fuentes cercanas a las FDS, las fuerzas rusas coordinaron el miércoles una reunión entre militares sirios y representantes de la milicia kurdo-árabe en el edificio del autoproclamado “ministerio de defensa” del grupo.
También fue coordinado otro encuentro con posterioridad entre los milicianos kurdos y los oficiales rusos, con el fin de determinar las posiciones del despliegue de los soldados sirios tras la retirada de las FDS.
Las fuentes, de igual modo, dieron a conocer que un convoy perteneciente al Ejército sirio partió de la provincia de Alepo (noroeste) y se desplegó en la base aérea de Al-Tabqa.
Esto en medio de amenazas de Turquía para ampliar su invasión en Siria. Según explicó el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, el objetivo principal de iniciar una nueva operación militar en Siria es expandir la zona de seguridad de 30 kilómetros creada en octubre de 2019, tras una operación turca anterior en el norte del país árabe.
Ankara aduce que sus misiones militares buscan “limpiar la zona de terroristas” en alusión a las milicias kurdo-sirias, integrada por miembros de las Unidades de Protección Popular (YPG, por sus siglas en kurdo), a las que Ankara vincula con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, por sus siglas en kurdo), el cual considera terrorista.
Para Damasco, los actos “agresivos” de Turquía en Siria son propios de una ocupación y facilitan la presencia de grupos terroristas, por lo que exige la salida inmediata de las tropas turcas de su territorio.
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