La Cancillería siria ha fustigado la decisión de la República de la Confederación Suiza de albergar la oficina de representación de la denominada Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria (AANES, por sus siglas en inglés), compuesta por los grupos separatistas kurdo-árabes aliados de Estados Unidos y los países occidentales, según ha informado este martes la agencia local de noticias SANA.
Mediante una nota de protesta remitida al Ministerio de Exteriores suizo, la Cancillería siria ha denunciado que la medida es una violación de las obligaciones de Berna en virtud del derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas, especialmente los principios de no injerencia en los asuntos de otros países y respeto a su soberanía e independencia.
La nota agrega además que hospedar a los representantes de una entidad “ilegal” como la AANES viola además las resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) y del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) sobre la necesidad de respetar la soberanía, la independencia y la integridad territorial de Siria.
Ha señalado que la AANES lleva desde hace mucho atacando tanto a las fuerzas gubernamentales, como a los civiles sirios y denuncia que los grupos que la componen tienen tendencias separatistas y actúan contra la Constitución siria y contra la voluntad del pueblo y el gobierno del país levantino.
La Cancillería siria ha pedido a las autoridades suizas que reconsideren su polémica decisión, advirtiendo que la apertura de la oficina de representación de los separatistas kurdos constituye un reconocimiento de la autonomía de esta entidad ilegal por parte de los países anfitriones.
EEUU e Israel, detrás de planes separatistas en Siria
La autoproclamada Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria, controla el noreste de Siria, rico en petróleo, con el respaldo de Estados Unidos. Las llamadas Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), el brazo armado de los separatistas, facilita el robo masivo de los recursos naturales sirios por las fuerzas estadounidenses a cambio del apoyo de Washington.
Fundada en 2012, la denominada AANES reclamó en julio a las Naciones Unidas su reconocimiento como país y reiteró su intención de “liberar las zonas ocupadas” de la región de Afrin, Ras al-Ain y Tal Abyad, ocupadas por las milicias afines a Turquía.
El Gobierno sirio, por su parte, rechazó categíricamente la petición de la llamada administración kurda a las Naciones Unidas sobre su reconocimiento como país y resaltó que este organismo, es “un mero proyecto” para “debilitar” el país.
Damasco, que durante años ha contrarrestando los complots de EE.UU. y el régimen de Israel para establecer un Estado kurdo “independiente”, considera dichos planes como segregacionista y promete contrarrestar cualquier plan secesionista en su territorio nacional.
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