• El embajador sirio ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Bashar al-Yafari, en una sesión del organismo.
Publicada: miércoles, 20 de enero de 2021 23:29

El Gobierno de Damasco llama a la nueva Administración de EE.UU., presidida por Joe Biden, a que detenga la agresión, la ocupación y el saqueo en Siria.

En unas declaraciones ofrecidas este miércoles durante una sesión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU), el representante permanente sirio ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Bashar al-Yafari, ha hecho un llamamiento al demócrata Biden a retirar las tropas estadounidenses de Siria y dejar de apoyar a los grupos terroristas que amenazan la soberanía y la integridad territorial del país árabe.

Al-Yafari ha dicho que el Occidente ha instrumentalizado la lucha antiterrorista para destruir a otras naciones y tratar de socavar su desarrollo económico y cultural, así como para saquear sus riquezas con el apoyo al terrorismo, exigiendo al nuevo Gobierno de EE.UU. que “detenga los actos de agresión, ocupación y saqueo en Siria”.

Tras recordar que el mandato del expresidente estadounidense Donald Trump fue símbolo de extremismo, agresión y sanciones, entre otras cuestiones, el diplomático sirio ha denunciado que las tropas ocupantes de EE.UU. siguen saqueando el petróleo, el gas y los cultivos del país levantino, mientras proceden a quemar o sabotear lo que no pueden robar; además del injusto bloqueo impuesto a Siria, que impide el suministro de fármacos y la llegada de asistencia humanitaria.

 

“Esperamos que la nueva Administración sea más sabia y se percate de que su membresía permanente en el Consejo de Seguridad es, ante todo, una responsabilidad que le exige cumplir con su compromiso de mantener la paz y seguridad internacionales”, ha enfatizado.

Desde 2011, Siria vive sumida en un conflicto en el que las fuerzas gubernamentales se enfrentan a grupos terroristas y a los llamados rebeldes. Aunque actores como Turquía, EE.UU. y el régimen de Israel respaldan a la oposición armada, las fuerzas sirias, con el apoyo de Irán y Rusia, prácticamente han acabado con la presencia de los extremistas en el territorio sirio, que ya solo operan en el norte del país.

El Gobierno sirio siempre ha denunciado como ilegal la presencia de las fuerzas estadounidenses en su territorio, reiterando que estas tropas y los milicianos respaldados por Washington no solo han complicado la crisis en la que sigue inmerso el país, sino que, de hecho, han obstaculizado toda solución a la misma al reforzar la dinámica de guerra mediante terceros.

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