Por: Hiba Morad
Israel ha estado violando el acuerdo de alto el fuego en Líbano de manera continua, apuntando deliberadamente a áreas civiles en el sur del país, según informaron los habitantes locales al sitio web de Press TV.
A pesar de los drones zumbando incesantemente sobre sus casas, las personas en las aldeas del sur del Líbano aseguran que no abandonarán sus hogares tras haber regresado luego de la tregua alcanzada a finales del mes pasado.
Hablando desde Aytaroun, Abu Reda le contó al sitio web de Press TV que el lunes pasado, el ejército israelí disparó deliberadamente contra él y varios de sus amigos, quienes se habían reunido en el casco antiguo de la aldea para inspeccionar sus viviendas. Tuvieron suerte de sobrevivir al ataque.
En las primeras horas del viernes, se produjeron intensos bombardeos que continuaron durante la mañana, según relataron los locales.
Las fuerzas israelíes dispararon ametralladoras contra varias aldeas en el sector central del sur del Líbano, incluidas Aita al-Shaab y Ramiyeh. Durante la noche, varios proyectiles impactaron viviendas en Aytaroun, causando daños.
A las 8:00 a.m. hora local (06:00 GMT), las fuerzas israelíes lanzaron un cohete contra Aytaroun, lo que los residentes describieron como una violación continua del acuerdo de alto el fuego.
La explosión generó pánico entre los habitantes, lo que obligó a algunos a evacuar temporalmente sus hogares.
Desde la mañana del viernes, los vehículos y tanques militares israelíes han estado activos en Aytaroun, según informaron los locales al sitio web de Press TV, que ya había soportado intensos disparos de ametralladora durante la noche.
Violaciones constantes del alto el fuego
Abu Reda está presente todos los días en las aldeas del sur, como Aytaroun y Bint Jbeil. Dijo que el ejército israelí ha estado violando el alto el fuego de manera diaria desde que se anunció a finales del mes pasado.
Según algunos informes, el régimen ha violado la tregua más de 160 veces, con el movimiento de Resistencia libanés respondiendo una vez como advertencia ante la ocupación.
“Aquí, en Aytaroun y en las aldeas cercanas como Maroun al-Ras, o hay ataques aéreos o disparos de ametralladoras contra las aldeas y las personas allí. Durante el día, los disparos y los bombardeos son limitados. Pero por la noche, el ejército israelí comienza a disparar aleatoriamente con ametralladoras”, relató al sitio de Press TV.
“Les hablo de ataques a casas y vecindarios. Algunas de las familias cuyos hogares aún permanecen de pie regresaron para pasar el invierno, no tienen otro lugar adonde ir. Son civiles que solo se ocupan de sus asuntos. Pero el ejército salvaje israelí trata de atacarlos y aterrorizarlos por la noche”.
Abu Reda agregó que Aytaroun, al igual que Maroun al-Ras, Yaroun y partes de Bint Jbeil y Mays al-Jabal, ha sido gravemente dañado debido a las trampas explosivas usadas por Israel para detonar vecindarios, así como a los intensos bombardeos, incursiones y el uso de bombas de fósforo, que han dejado estas áreas inhabitables.
“Hay montones de escombros por dondequiera que vayas en el pueblo. En ciertas áreas, como el casco antiguo —el vecindario más antiguo de la aldea— todo el paisaje consiste en montañas de concreto destruido, sin que quede una sola casa en pie”, comentó.
“Tuvimos que aparcar el coche a unos 300 metros de distancia y caminar a pie para llegar a las casas destruidas allí”, recordó, “También bombardearon árboles y áreas verdes, convirtiéndolas en tierra quemada llena de cenizas”, agregó.
Abu Reda, un combatiente de la Resistencia que permaneció firme durante 66 días en las aldeas fronterizas y luchó contra el régimen israelí junto a sus hermanos, también habló con el sitio web de Press TV.
“Somos los hijos de estos pueblos; no somos mercenarios de otros países o nacionalidades traídos aquí y pagados, como es el caso de los grupos terroristas que causan destrucción y muerte en Siria o incluso el ejército israelí”, dijo, hablando de su motivación para luchar contra la ocupación.
“Somos gente libanesa; nuestros abuelos y ancestros son libaneses. Nacimos aquí y hemos vivido aquí toda nuestra vida. Lo mínimo que puedo hacer es proteger nuestra tierra y nuestra gente”, indicó.
Expertos en derecho internacional han confirmado que el régimen israelí está violando flagrantemente las convenciones internacionales al utilizar armas prohibidas que emplean uranio empobrecido, como las bombas de fósforo, bombas inteligentes guiadas y, últimamente, bombas penetradoras de bunkers, diseñadas para penetrar profundamente en el suelo.
El bombardeo de la capital Beirut y sus suburbios con misiles que contenían uranio empobrecido y productos químicos no solo tenía como objetivo destruir la infraestructura del país, sino también envenenar el suelo, el aire, el agua y los cuerpos de miles de personas, según los expertos.
Ataques deliberados a vecindarios habitados
Desde las afueras de Bint Jbeil, Souad le contó al sitio de Press TV que, cuando cae la noche, ninguno de los miembros de su familia se atreve a acercarse a las ventanas.
“Todos permanecemos en la sala principal de la casa porque el ejército israelí comienza a disparar al azar contra nuestras casas y calles”, relató, compartiendo su experiencia desgarradora.
“Este jueves, dispararon fuertemente contra mi coche y lo destruyeron a balazos”, acentuó
Al preguntarle por qué ella y su familia considerarían mudarse a una zona más segura, le dijo al sitio web de Press TV:
“Los israelíes deben entender que somos resistentes y firmes. No nos vamos a ir a ningún lado porque esta es nuestra tierra. Esta es nuestra casa y no tenemos otro lugar adonde ir”.
“Tuvimos que quedarnos en una escuela en el norte del Líbano durante los dos últimos meses de la guerra después de soportar muchos ataques durante el último año. Sin embargo, ha comenzado a hacer frío, y queremos vivir en nuestra propia casa”, remarcó.
Según el principio de proporcionalidad en el derecho internacional, el artículo 51 de la Carta de la ONU establece que, incluso si existe un objetivo militar claro, no está permitido atacarlo si el daño esperado a los civiles, o a la propiedad civil, es excesivo en relación con la ventaja militar esperada.
No otra ocupación de 1978
Hasan, un ingeniero eléctrico, le informó al sitio web de Press TV que realiza un viaje diario a Aytaroun, como muchos otros, para demostrarle al ejército israelí que la población local no se irá.
“No puedo olvidar lo que ocurrió en 1978, cuando el ejército israelí advirtió a la gente de esta región que no regresara a sus aldeas y, posteriormente, ocupó nuestra tierra”, comentó.
“Esto no volverá a suceder; no lo vamos a permitir”, apuntó.
Hasan glosó que, aunque su casa ha sido parcialmente destruida y la de su hermano ha sido completamente arrasada, siguen insistiendo en acudir a la zona a diario para asegurarse de que su tierra natal no será reocupada por el régimen sionista.
“Voy a la aldea con mi hermano todos los días, junto con otros amigos y conocidos, para demostrar que estamos aquí y no nos vamos a ir”, dijo al sitio web de Press TV.
“Una vez que termine el período de alto el fuego de 60 días, regresaremos para reconstruir nuestras casas y nuestras vidas”, precisó
El malvado colibrí
Mahdi, de nueve años, se refiere a los drones israelíes que sobrevuelan los cielos del sur del Líbano como “colibríes malvados”. Él y su familia fueron desplazados durante la guerra y recientemente regresaron a su hogar en el distrito de Baabda para reparar las ventanas rotas, limpiar la casa y retomar sus vidas cotidianas.
Mahdi contó al sitio web de Press TV que los drones zumban sin cesar, tanto de día como de noche. Mencionó que, por la noche, el ruido se vuelve tan molesto que le resulta difícil conciliar el sueño.
“El sonido del zumbido parece tan cercano que siento como si estuviera en el dormitorio conmigo, o tal vez justo en la ventana. Pero cuando miro afuera, no puedo verlo”, explicó.
Mahdi perdió a tres de sus jóvenes amigos en la escuela durante los ataques aéreos en todo Líbano.
Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) ha informado que Israel mató a más de 200 niños en Líbano durante su agresión en los últimos dos meses. A medida que los bombardeos continuaron golpeando hogares y áreas residenciales en todo Líbano, los médicos han reportado un aumento en el número de niños afectados por la brutal agresión israelí.
Además, algunos de los cuerpos de los niños muertos por los bombardeos israelíes durante la guerra aún siguen desaparecidos, mientras que cientos han sido reportados como heridos por los médicos.
“Los drones vuelan sobre nosotros sin parar a diario, y el sonido es tan cercano a veces que parece como si estuvieran justo encima de ti”, contó su madre, Jana.
Al regresar a su aldea, Khirbet Selem en el distrito de Tiro, Jana y su familia están decididos a quedarse y nunca más irse.
“Aquí soportamos el molesto sonido de los drones. Mi familia extendida, que vive en la ciudad vecina de Debbin, también se ve perturbada por los drones y a menudo tiene que buscar refugio debido a los ataques aéreos israelíes indiscriminados, los disparos y los bombardeos”, comentó ella al sitio web de Press TV.
El 8 de diciembre, tres personas fueron asesinadas en un ataque israelí dirigido a la zona de Debbin, en la ciudad sur libanesa de Marjayoun. Este ataque ocurrió un día después de que un bombardeo israelí en la ciudad sureña de Beit Lif matara a cuatro personas e hiriera a otras seis.
La Agencia Nacional de Noticias de Líbano informó la semana pasada que Israel violó el alto el fuego en 129 ocasiones.
El secretario general del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), Naim Qasem, declaró el 5 de diciembre que, a pesar de las numerosas violaciones israelíes en Líbano, el grupo desea que el acuerdo de alto el fuego tenga éxito.
La semana pasada, el movimiento de Resistencia libanés atacó un sitio militar israelí en Ruwaysat al-Alam en respuesta a las “reiteradas violaciones del alto el fuego” por parte de las fuerzas de ocupación.
En un comunicado tras la operación de represalia, Hezboá indicó que, además de la continua violación del espacio aéreo libanés por parte de aeronaves israelíes hostiles que llegan hasta la capital Beirut, la Resistencia Islámica se vio obligada a llevar a cabo una “respuesta defensiva de advertencia inicial” el lunes.
Sin embargo, aún está por verse si Hezbolá responderá nuevamente en los próximos días, dado que las violaciones siguen ocurriendo en diferentes formas y
Texto recogido de un artículo publicado en Press TV.